'The Walking Dead' confirma los damnificados por Negan en su regreso
AVISO, SPOILERS: A continuación serán desvelados detalles del primer episodio de la séptima temporada de 'The Walking Dead'
Se acabó el misterio. Tras meses de especulaciones, teorías, pronósticos entre fans y demás estrategias para hacer más llevadera la espera, 'The Walking Dead' regresó esta madrugada (hora española) a AMC con el estreno de su séptima temporada.
‘El día llegará cuando tú no estés’ decía el título de este nuevo y esperado capítulo. Y lo cierto es que no podía haber sido más acertado. El final de la sexta temporada termina con Negan golpeando con rabia a uno de los supervivientes del grupo de Rick. No se muestra quién es. Tampoco de inicio en este primer episodio, que opta por un salto temporal.
Pasados más de diez minutos, se desvela mediante un flashback la primera víctima: Abraham. Una muerte repleta de sangre que, para desgracia de los supervivientes, no fue la única. Tras un acto de rebeldía por parte de Daryl, Negan vuelve a coger con fuerza a su bate, Lucille. Esta vez para mostrar su fuerza y su dominio de la situación con Glenn, confirmándose así las muertes filtradas en la víspera del capítulo.
Otra muerte más y la tortura psicológica de Negan a Rick
La segunda muerte, la de Glenn, pilla por sorpresa y demuestra el lado más sádico del personaje interpretado por Jeffrey Dean Morgan, dueño absoluto de este primer episodio. No solo por las muertes, sino también por su tortura psicológica hacia Rick, hasta ahora líder de la serie.
Primero se ve obligado a cortar el brazo de su hijo, Carl, bajo pena de ver morir a todos sus compañeros en caso de no hacerlo. Finalmente no tuvo que llevar a cabo tal atrocidad, pues se trataba únicamente de un juego de Negan, que también puso a Rick ante una horda de zombies de la que tuvo que salir con vida.
“Yo no creo que nadie vaya a tener hambre de más sangre cuando el episodio se emita” comentó Robert Kirkman, productor ejecutivo de la serie, días antes del estreno. Pues dicho y hecho. 'The Walking Dead' volvió con uno de sus capítulos más violentos y sangrientos, centrado en exclusiva a Negan y el nuevo 'status quo' que ha supuesto su llegada. Rick ya no es el líder, y eso da pie a un mundo completamente nuevo que poco a poco él y sus compañeros irán descubriendo. Y sufriendo.