Se agudiza el conflicto diplomático entre la ganadora Ucrania y Rusia tras Eurovisión
La final del Festival de Eurovisión celebrada el pasado sábado sigue generando noticias, y algunas más allá de lo mermamente musical. La cantante Jamala se impuso al resto de candidatos con el tema '1944', una canción con contenido político e histórico sobre la expulsión de los tártaros de Crimea, territorio anexionado al Imperio ruso. De esta manera Ucrania se imponía, precisamente, a la candidatura rusa, a la que todos daban por ganadora desde hacía meses, gracias a una ambiciosa y potente puesta en escena de la canción 'You Are The Only One', interpretada por el cantante Sergey Lazarev.
Son muchos los que hacen una doble interpretación sobre este triunfo, nada predecible ante la innegable condición de favorito de la que partía Lazarev, y lo achacan a razones de tipo político: un claro rechazo de los europeos en general a la influencia que Putin aún mantiene sobre Ucrania, tras la guerra abierta desatada en 2014. De hecho, días antes del festival, Ucrania ya manifestó su intención de volver a retirarse de Eurovisión, tras haber regresado este mismo año, si finalmente Rusia se proclamaba ganadora, ante la difícil relación existente entre los dos países.
Una vez conocida la victoria de Ucrania, Rusia ha anunciado que amenaza con boicotear Eurovision 2017, que se celebrará previsiblemente en Kiev. El vicepresidente de la Comisión de Defensa y Seguridad del Senado ruso, Franz Kintsevich, no confirma de hecho la participación del país: “Si en Ucrania no cambia nada, no creo que debamos participar en eso”, ha asegurado, al tiempo que considera que la victoria de Jamala es una prueba de que “la política se ha impuesto sobre el arte. Es una señal preocupante que pone en entredicho el futuro de este concurso”, opina.
También, se aventura a valorar cómo afrontará Kiev la edición de 2017: “Sus organizadores sudarán sangre para politizarla al máximo y mostrar el triunfo de la democracia en Ucrania, incluso podrán montar el escenairo en el Maidan” (una plaza que simboliza la independencia del país).
Rusia ya denunció ante la UER, sin éxito, el contenido político del tema ucraniano
Hace unos meses, cuando se oficializó la candidatura de '1944', Rusia ya avisó a la UER (Unión Europea de Radiodifusión, encargada de que se cumplen las normas de participación en el festival) el excesivo transfondo político de la canción, lo que iría en contra de la normativa del concurso, que prohiben todo tipo de contenido político en la letra de las canciones que se presentan. La demanda no prosperó y su intérprete Jamala aclaró ante ello que no había “razones políticas” en su tema, al mismo tiempo que aseguraba no querer hacer ninguna reivindicación política con su música.