La séptima y última temporada de True Blood ha comenzado con una ausencia. Luke Grimes, que había interpretado a James durante la anterior tanda de capítulos, abandonaba la serie creada por Alan Ball a causa de la “dirección artística que había tomado su personaje”: el actor dejó la producción el pasado diciembre después de que los guionistas hubieran planteado un relación homosexual, según recoge HoyCinema.
En la sexta temporada, su personaje había mantenido una relación con Jessica (Deborah Ann Woll). Sin embargo, para el curso final de la serie de vampiros, se había planteado un giro de acontecimientos que llevaba a James a iniciar un romance con Lafayette (Nelsan Ellis).
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Grimes, sustituido por Nathan Parsons
Este hecho disgustó a Grimes, que se habría negado a rodar escenas sexuales o con besos entre dos hombres. Ante la negativa de los guionistas a llevar a cabo ningún cambio en los libretos, el actor salió de la serie, lo que obligó a buscar un sustituto. En el primer capítulo de la séptima temporada, vimos al nuevo rostro de James, Nathan Parsons (visto en Los originales y Paraíso).
El representante del actor: “Su salida no tiene nada que ver con los guiones”
Por su parte, el representante de Luke Grimes, Craig Schneider, alegó que la salida del intérprete se debió a un problema de agenda. Según su versión, el joven se aprovechó de una cláusula del contrato que le permitía salir de la serie para aprovechar otras oportunidades laborales. “No tiene nada que ver con los guiones”, afirmaba. A Grimes lo veremos en los próximos meses en la adaptación de 50 sombras de Grey, así como en American Sniper.