La marcha de la cantante Paula Abdul como jurado de American Idol ha caído como un jarro de agua fría entre los fans del programa, informa Reuters.
Es más, los expertos creen que tanto la audiencia del programa como la publicidad -el espacio se ha convertido en una marca valorada en más de 1.000 millones de dólares- caerán en picado. Abdul anunció su abandono en Twitter tras intentar renegociar su contrato con la cadena Fox.
No obstante, sus responsables ya se han puesto manos a la obra y, de momento, ya han fichado a la ex-Spice Victoria Beckham como jurado invitada. La mujer de David aparecerá una sola vez y no se plantea, por ahora, firmar ningún contrato de permanencia con el programa, según su publicista.
Cuando American Idol se estrenó en el 2002, contaba con Paula Abdul, estrella del pop de la década de 1980 como su jueza más conocida, junto con el productor musical Randy Jackson y Simon Cowell, un inglés de lengua afilada y ejecutivo de la industria musical.
A través de los años, ganadoras como Kelly Clarkson y Carrie Underwood alcanzaron el estrellato de la música pop, y la popularidad de Cowell aumentó. Abdul a menudo se enfrentaba verbalmente con él durante el programa, entre sus efusivas alabanzas a los concursantes.