Análisis

Antena 3 y Telecinco, los números cantan

Las dos cadenas comerciales de ámbito nacional en España, Antena 3 y Telecinco, están en una situación de partida idéntica: ambas tienen la misma licencia de emisión y, por lo tanto, el mismo mercado, bien sea éste el de las audiencias o el de la publicidad. Sin embargo, su modelo empresarial es bien distinto, y esto se refleja claramente en un somero análisis de sus estados financieros y su evolución durante los últimos cuatro años. Vaya por delante que en este artículo no pretende comparar, de ninguna manera, la gestión de las dos cadenas. Simplemente intentaremos ver cómo dos planteamientos de negocio distintos se plasman en la realidad de los datos financieros. En Telecinco, la rentabilidad directa a la inversión del accionista es claramente una prioridad y, por lo tanto, sigue una política de pago de dividendos sostenible a lo largo de todos los ejercicios en estudio (ver Tabla 1). Si el accionista mide la rentabilidad de la empresa por los ingresos que le producen los fondos propios de ésta, Telecinco se beneficiaría doblemente a la hora de evaluar su rentabilidad, puesto que sus fondos propios se reducen a medida que se pagan dividendos y, manteniendo los resultados, su rentabilidad es superior.

En términos de flujo de dividendos, que es el dinero contante y sonante que reciben los accionistas, la rentabilidad sobre los fondos que gestiona la empresa es alta.

Si nos fijamos únicamente en este criterio a la hora de estudiar los resultados de Antena 3, nos damos cuenta de que no existe comparación alguna, puesto que esta última ha seguido una estrategia diametralmente opuesta. El flujo de dividendos hacia el accionista apenas tiene relevancia y sus beneficios han tenido destinos diferentes. En primer lugar se ha saneado su balance donde la deuda bancaria actualmente no es significativa. Pero con más relevancia desde el punto de vista del modelo empresarial se ha apostado por la inversión, tanto en medios técnicos y las estructuras propias de la cadena, como en la participación directa en otros negocios vinculados. (Ver tabla 2)

De esta forma, las inversiones de Antena 3 TV después de amortizaciones por estos dos conceptos al 31 de diciembre de 2002 ascendían a 178.251 miles de euros, mientras que los mismos conceptos en Telecinco eran de 85.880 miles de euros. En otras palabras, Antena 3 TV ha sacrificado su rentabilidad directa, vía dividendos, por inversiones de activo fijo para su “fábrica” y de participaciones en varias empresas para ampliar su base de negocio. Desafortunadamente el efecto de estas inversiones financieras no ha dado el resultado deseado a corto plazo y esto se refleja de la manera más sencilla en la diferencia entre los datos de las cuentas de resultados consolidados de ambas empresas. Mientras que el efecto de la consolidación en Telecinco es casi nulo, en el caso de Antena 3 perjudica significativamente a los resultados de la empresa individual, donde en el ejercicio 2001 ha tenido que asumir una provisión por su inmovilizado financiero de 21.811 miles de euros. Como hemos visto anteriormente, la inversión en activos fijos de Antena 3 TV son más del doble que los de Telecinco (178.251 miles de euros contra 85.880 miles de euros), por lo tanto se puede asumir que su capacidad de producción también guardaría una proporción similar. Esta idea está apoyada por la evolución de personal de ambas empresas, puesto que, a fin de cuentas, alguien tiene que utilizar esas inversiones (Tabla 3), y como se puede ver observar la plantilla de Antena 3 TV dobla sistemáticamente a la de Telecinco.

Por lo tanto, y a efectos físicos, Antena 3 TV es el doble de grande que Telecinco por sus inversiones en planta y en personal. Esto no quiere decir que se ni mejor ni peor, simplemente se han seguido estrategias distintas en las dos empresas y, en este sentido, las botellas se pueden ver medio llenas o medio vacías. Siendo positivos, Antena 3 mantiene una estructura más grande, lo que le permite una mayor capacidad interna y de control de calidad con una plataforma sólida para su crecimiento, y Telecinco se beneficia de una estructura más ligera y más flexible. Siendo negativos, Antena 3 podría adolecer de una osificación en sus formas de producción y de ineficiencias en sus costes estructurales, mientras que Telecinco podría padecer de raquitismo y de pobreza en sus medios para afrontar proyectos más complejos. Finalmente podemos hacer un pequeño apunte sobre el tan mencionado valor para el accionista de estas empresas. Si consideramos el valor para el accionista como la suma de sus ingresos por dividendos y, a más largo plazo, por la venta de sus acciones, veremos que las estrategias reflejadas en las cuentas anuales de Antena 3 y Telecinco nos dan dos perspectivas distintas. En el caso de la rentabilidad vía dividendos, Telecinco es claramente superior; en el caso de la desinversión posiblemente sea Antena 3 TV la que genere un mayor precio de venta puesto que, a parte de la capacidad de generación de beneficios, se tendría en cuenta el estado de sus instalaciones y de inversiones en otras empresas del sector que sean superiores a las de Telecinco. En este sentido, Telecinco se verá capaz de generar el máximo beneficio inmediato, pero con un crecimiento limitado al de su mercado como cadena de emisión en abierto, mientras que Antena 3 TV podría tener una base de crecimiento más amplia a largo plazo con una efectiva utilización de sus instalaciones productivas y un mayor rendimiento en sus inversiones financieras. Pero, como diría Keynes, a largo plazo, todos muertos. * Fuente: Estados financieros anuales

* Ignacio Gavilay es el seudónimo del directivo de un grupo audiovisual