Mientras todavía nos estamos acostumbrando a las nuevas posibilidades y cadenas de la TDT después del “apagón analógico”, en el horizonte del 2015 parece vislumbrarse un nuevo apagón, en este caso, para que los canales ocupen una nueva banda de espacio radioeléctrico.
Y por si fuera poco, y para todos aquellos que aún no pueden ver los “nuevos canales” (Boing, Nitro, Marca TV, laSexta2…) por no haber adaptado la antena, parece ser que será necesaria una nueva readaptación, aunque el Ministerio de Industria asegura que el coste será asumido por el Estado.
Este nuevo cambio de frecuencias se produce por la reserva del llamado “dividendo digital” para el despliegue de nuevas redes de telecomunicaciones, especialmente para la telefonía móvil, decidido por la Unión Europea, como explica el siguiente artículo de El País que reproducimos a continuación.
“Los operadores de televisión digital terrestre (TDT) tendrán que afrontar un nuevo apagón. Antes de 2015, todos los canales -públicos, privados, estatales, autonómicos o locales- deberán desalojar las frecuencias que ocupan actualmente y trasladarse a una nueva banda del espectro radioléctrico.
Esta reubicación afectará también a los usuarios, que se verán obligados a resintonizar las emisiones y, en la mayoría de los hogares, a readaptar las antenas. El Ministerio de Industria asegura que el coste de esta segunda transición será asumido por el Estado.
El Estado pagará el coste a los operadores y a los usuarios
Por un lado, se hará cargo del gasto que para las televisiones generará la emisión en simulcast (en dos frecuencias diferentes) durante el periodo de transición. Los operadores han dicho alto y claro que no están dispuestos a sufragar un proceso del que no se sienten responsables.
Critican de paso que la precipitación de España a la hora de dar el salto a la TDT (el apagón culminó el abril de este año, aunque la UE dio de plazo hasta 2012) ha provocado una falta de planificación.
Por otro lado, el Estado acometerá el coste que para los usuarios supondrá la nueva adaptación de sus antenas. En algunos hogares será suficiente con resintonizar los canales, pero en otros será necesario volver a subir a los tejados para reorientar las antenas.
Industria adelanta que en los edificios con amplificador de banda ancha (los unifamiliares) no habrá que abordar cambios, pero “probablemente sí” en los dotados con un amplificador por canal. Dependerá de cómo se haya realizado la antenización previa al apagón analógico. Esta segunda reestructuración no afectará a los descodificadores, que seguirán siendo válidos.
Tendrá un coste de entre 125 y 650 euros por edificio
A la hora de cuantificar económicamente los cambios, el ministerio que dirige Miguel Sebastián no da cifras. Pero estima que el coste para los usuarios será menor que el que han tenido que afrontar para dar el salto a la TDT.
Fenitel, la asociación de instaladores de telecomunicaciones, calcula que la adaptación de las antenas oscila entre 125 y 650 euros por edificio.
Esta reasignación de frecuencias es consecuencia de la reserva del llamado “dividendo digital” (la banda de los 800 megahercios) para el despliegue de nuevas redes de telecomunicaciones, especialmente para la telefonía móvil. Este segmento ocupará los canales (del 61 al 69) que ahora utiliza la televisión.
Aún no se sabe cómo se adjudicarán las nuevas licencias telefónicas
El cambio obedece a una decisión de la Unión Europea, afecta a todos los países miembros y su objetivo es “optimizar y flexibilizar” el uso del espectro y “la puesta a disposición del sector” de todas las frecuencias disponibles.
El Ministerio de Industria todavía no ha decidido el sistema que utilizará para la adjudicación de las nuevas licencias de telefonía. Puede optar por la subasta o por el concurso.
Pero en todo caso, afirma que recaudará fondos suficientes para hacerse cargo del gasto que tanto para las televisiones y como para los telespectadores significará una nueva migración tecnológica.
“Los adjudicatarios tendrán que pagar por ocupar el espectro, independientemente de cuál sea el procedimiento de licitación”, señala una portavoz de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, dependiente de Industria.
Se baraja la subasta, opción con buen resultado en Alemania
El ministerio no tiene siquiera una estimación de las cantidades económicas que podría recaudar con estas nuevas licencias. Alemania, que ha asignado ya la codiciada franja radioléctrica, optó por la fórmula de la subasta y en mayo pasado obtuvo 4.384 millones de euros.
En un país que tiene el doble de población que España, Telefónica (que opera en Alemania a través de su filial O2) llegó a pagar 1.380 millones por un bloque de frecuencias.
Industria tiene previsto decidir este otoño la propuesta concreta para la licitación del dividendo digital. El plan es abordar este trámite en el primer semestre de 2011.
Pese a que la UE da de plazo hasta 2015 para que las televisiones dejen libres las frecuencias que ocupan ahora, el ministerio “tiene intención” de adelantarse otra vez a la mayoría de los países comunitarios.