Provocan vergüenza, más que ningún otro programa de televisión. Tanta, que muchos de sus espectadores niegan verlos. Sí, hablamos de la 'telebasura' y, sí, por mucho que todo el mundo diga que no los ve, los datos de audiencia dicen lo contrario. Este tipo de programas que reflejan lo peor de nosotros, con personas más o menos famosas vendiendo su vida por dinero o por más fama, cuentan con un gran número de seguidores. Y hay una materia que puede explicarlo, la ciencia.
Tal y como publica 'Tentaciones El PAÍS', la ciencia da argumentos de sobra para explicar el éxito que generan estos espacios a pesar de la mala fama que llevan a sus espaldas. Todo empieza con nuestra necesidad de ser cotillas. En la prehistoria, cualquier tipo de información era muy valiosa para sobrevivir. Cuanta más información se obtuviera, mayores eran las probabilidades de moverse mejor en un determinado contexto. Siglos más tarde, dicha información se obtenía en reuniones improvisadas en la plaza del pueblo o en las tertulias de bar. No se conseguían datos vitales, pero sí lo suficientemente importantes para desenvolvernos en determinadas situaciones.
Hoy en día, la televisión ha sustituido las reuniones, pero la necesidad de saber qué pasa es la misma. Los programas 'basura' son los más comentados, y si no los ves te resulta más difícil entender ciertas conversaciones de tu entorno.
La televisión nos hipnotiza
Pasamos horas sentados delante de la televisión. Explicado desde un punto de vista científico, las luces emitidas por la pantalla nos atraen de una forma casi hipnótica. Y esto se produce porque ver la televisión no requiere un gran esfuerzo. Más bien lo contrario, nos permite estar relajados y receptivos hacia ella, más que otra actividad que exija un poco de iniciativa por nuestra parte.
Las historias abiertas enganchan
Muchos de estos programas se basan en cebos o, incluso, en historias que continuarán en próximas emisiones. Esto provoca que el cerebro sienta que el proceso no ha acabado. Cualquier noticia, por pequeña que sea, atraerá nuestro interés porque nos permitirá avanzar en la historia.
Nuestra vida no es tan interesante
Vivimos en una época marcada por la crisis, lo que provoca que muchas personas no estén satisfechas con su vida. Por eso necesitan vivir nuevas emociones, y no hay programas que despierten más emociones que los llamados 'telebasura'. Otra cosa es del tipo que sean, la mayoría de ellas desagradables o vergonzosas, pero emociones, al fin y al cabo.
Los sucesos negativos, nuestros preferidos
Un estudio de la revista 'Science', publicado en 2011, demuestra que las cosas negativas nos atraen más. Las recordamos durante más tiempo y, por ello, este tipo de espacios suele recurrir a historias pasadas, porque no hemos terminado de olvidarlas.