La política vuelve a hacer acto de presencia en el festival de Eurovisión. Después de la polémica surgida con la publicación de una lista de banderas prohibidas por la organización del evento, que levantó ampollas en España por la inclusión de la ikurriña, un símbolo armenio ha sido ahora el detonante del revuelo.
Iveta Mukuchyan, representante de Armenia la cita eurovisiva, se ha convertido en el centro de la polémica tras ondear, en directo en la semifinal de Eurovisión, la bandera de Nagorno Karabaj. Se trata de una región que ha sido fruto de controversia entre Armenia y Azerbaiyán, ocasionando una guerra entre ambos países en la década de los 90 y cuya bandera forma parte de la lista de símbolos no admitidos por el festival.
Tras la finalización de la gala, ya en rueda de prensa, la artista aseguró que únicamente pretendía pedir la paz, y no ocasionar ningún conflicto político.
Por su parte, la UER ha comunicado que se reunirá con la organización del país armenio para tomar medidas al respecto.
Armenia conquista Eurovisión con su espectacular actuación
This browser does not support the video element.