El gran éxito entre las mujeres y despreocupado estilo de vida de Sergio Arias y las excentricidades y caótica personalidad de Violeta Recio, levantaron pasiones y suscitaron airadas quejas entre los habitantes de Mirador de Montepinar. Adrià Collado, como ya adelantó en exclusiva Vertele, y Violeta Recio (Silvia Abril), la enajenada hermana de Antonio, volverán al complejo residencial en la sexta temporada de La que se avecina, que Telecinco ya ha comenzado a grabar.
El galán Sergio Arias, ahora arruinado, luchará por la paternidad de su hijo
Fama, dinero y éxito acompañaban a Sergio Arias (Adrià Collado) hace algunos años cuando triunfaba como galán en una serie de televisión y era el propietario de uno de los lujosos áticos de Mirador de Montepinar, escenario de su fugaz aventura amorosa con Maite que culminó con el nacimiento de Junior.
Agobiado ante la enorme responsabilidad que debía asumir, el actor abandonó el inmueble, al que regresará arruinado tras haber invertido sus ganancias en negocios ruinosos. Su deseo de luchar por la paternidad de Ojos de pollo, el apodo que los residentes de Montepinar 7 han puesto a su hijo, dará un nuevo sentido a su maltrecha vida en la nueva entrega de capítulos de La que se avecina.
Silvia Abril, que convivirá con Berta y Antonio, buscará el amor en Montepinar
Además, Violeta Recio (Silvia Abril) abandonará el psiquiátrico en el que se encuentra ingresada para prestar su ayuda a su hermano con el negocio. A pesar de la psicosis involucional delirante con desorden parafrénico agudo que padece, la inestable joven tratará de ser útil a la sociedad en esta nueva etapa de su vida, en la que convivirá con Antonio y Berta y buscará el amor durante su permanencia en el complejo residencial.
Lucha de poder para suceder a Judith como presidenta
Pese a los continuos boicots de Antonio Recio, los múltiples problemas comunitarios y las exigencias de los vecinos, Judith, la “Obama de Montepinar”, ha logrado hacer valer su gestión al frente de la presidencia del complejo residencial. Una vez finalizado su año de mandato, la atractiva psicóloga concluirá sus obligaciones como presidenta, situación que provocará una encarnizada lucha de poder por sucederla en el cargo entre los propietarios de Mirador de Montepinar y que constituirá uno de los ejes argumentales de la sexta temporada de la serie.