Auna y Ono, las dos grandes empresas de cable que operan en nuestro país, han retomado las conversaciones para preparar la fusión de ambas compañías, según informa elconfidencial.com. La posible integración, de la que ya se habló a finales del pasado año, resulta imprescindible para plantar cara a Telefónica en los servicios de telefonía, televisión e Internet de alta velocidad. El éxito de la operación depende, en última instancia, de la decisión que adopte el Santander Central Hispano (SCH), que es uno de los principales accionistas en ambas compañías -controla el 20% de capital de Ono y el 23,4% de Auna-. Los cinco operadores de cable del grupo Auna -Madritel (Madrid), Menta (Cataluña), Supercable (Andalucía), Able (Aragón) y Canarias Telecom (Canarias)- han unificado recientemente su oferta de servicios bajo la marca Aunacable. Sus principales accionistas, además del SCH, son las eléctricas Endesa y Unión Fenosa. Varias cajas de ahorro se reparten también pequeñas participaciones. Ono tiene su principal mercado en Levante, Huelva, Mallorca y Cantabria. En su accionariado, además del banco que preside Emilio Botín, están Ferrovial, Val, Multitel y Spaincom. Ambos grupos consideran compatible su integración ya que, al operar en demarcaciones distintas, no se plantearía ningún problema de competencia. También consideran que deben hacerlo cuanto antes si no quieren que Telefónica se quede con la mayor parte del mercado. La operadora de telecomunicaciones tiene previsto lanzar en los próximos meses un paquete se servicios integrados para sus clientes de ADSL, lo que supondrá entrar de lleno en competencia con los operadores de cable y, en menor medida, con las plataformas digitales. En el plan estratégico de Auna figuraba la venta de la televisión digital terrestre Quiero TV, que ya ha cesado su actividad, y una solución para Auna Cable, que ya está en marcha. Una vez realizada la operación, se cree que Botín tendrá más fácil poner a la venta su paquete accionarial para obtener, como ya ha hecho con Airtel o más recientemente con Dragados, las mayores plusvalías posibles. En el citado plan, que preveía una inversión de más de 6.000 millones de euros, Auna no descartaba su posible salida a Bolsa. Ono suspendió su oferta pública de suscripción en octubre de 2000 y mantiene su intención de saltar al parqué este año si las condiciones del mercado lo permiten.