Poco después del pitido final en Valencia, la explosión de alegría de los jugadores en el mismo campo se correspondió con las celebraciones de los aficionados culés en Canaletas, habitual lugar de reunión para celebrar los triunfos del equipo.
Horas después, cerca de la una de la madrugada, los jugadores del Barça llegaron al Camp Nou para recoger sus coches e irse a sus casas. La afición también estaba presente para agradecerles el nuevo título.