El presidente de EE.UU., George Bush, se despedió ayer de los estadounidenses con un discurso por televisión en el que pasó revista a su legado y le deseó suerte a su sucesor, Barack Obama.
Bush vio así cumplido su objetivo después de que el lunes solicitara a las cuatro principales cadenas norteamericanas un espacio de entre diez y quince minutos en el prime time con dicho objetivo.
Según declaró la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, Bush pronunciará el discurso desde la sala Este de la misma, a partir de las 20:00 horas locales (01:00 GMT del viernes) y tendrá una duración de unos quince minutos.
El discurso televisado de adiós es una tradición que han cumplido los últimos presidentes estadounidenses, entre ellos Bill Clinton, Ronald Reagan o Jimmy Carter.
La gran excepción ha sido, precisamente, el padre del mandatario actual, George Bush, que tras perder la reelección contra Clinton en 1992 dejó el poder sin ningún discurso.
Según Perino, la alocución de hoy no será un “canto del cisne”, sino una manera de mirar hacia adelante y desear suerte al presidente electo, Barack Obama. Bush también, como es tradicional, dará las gracias a los estadounidenses por haberle permitido rendir servicio al país.