Caribevisión, el gran proyecto en que se embarcó la cadena de Paolo Vasile para competir por la audiencia latina en Estados Unidos, se acogió ayer al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, según informa El Confidencial en un artículo que reproducimos a continuación por su interés.
Por otra parte, el grupo Univisión ha manifestado que un juez de distrito en Estados Unidos ha fallado a su favor en una disputa por derechos de internet con su rival mexicano el grupo Televisa, que ya ha advertido que apelará la decisión.
Caribevisión, en quiebra técnica
Caribevisión se acogió ayer al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de ese país, similar al procedimiento concursal en España, según informaron a El Confidencial fuentes de los accionistas minoritarios.
Telecinco entró a bombo y platillo en Caribevisión a principios de 2008 con una inversión de 32 millones de dólares que le permitió acceder al 28,3% del capital. “Parece mentira que compañías de la potencia de Telecinco y los Burillo Azcárraga no hayan sido capaces de sacar adelante esta empresa”, lamentaban estas fuentes.
Pérdidas millonarias y luchas intestinas de socios
Como adelantó este diario hace apenas un mes, la situación de la compañía ya era más que un quebradero de cabeza para Vasile, tanto por las pérdidas millonarias que acumulaba como por las luchas intestinas de los socios.
Cuando se produjo ayer el anuncio de quiebra técnica, los accionistas minoritarios, encabezados por el que fuera vicepresidente de Telecinco, Alfredo Fraile, ultimaban la presentación de una demanda en que ampliaban al núcleo duro de accionistas la que en junio del pasado año ya interpusieron por fraude y violación de deberes fiduciarios contra el presidente de la cadena, Carlos Barba, y que fue admitida a trámite por un juzgado de Miami.
El grupo Burillo Azcárraga, Telecinco y la estadounidense Quantek conforman la sociedad Pegaso TV, que atesora un 83% de Caribevisión.
“Vamos a ir a por ellos. A por Caribevisión, a por los Burillo Azcárraga y a por Telecinco”, aseguraba ayer indignado a este periódico uno de los afectados. Este grupo de accionistas, que atesora en torno al 8% de la cadena, buscaba sobre todo recuperar su inversión, que supera los cuatro millones de euros. En su demanda de junio de 2008, Fraile también habría pedido una indemnización por sus dos años de trabajo en la cadena.
Como telón de fondo, la gestión “desastrosa” que los minoritarios imputan a Carlos Barba y que, desde el inicio del proyecto en el verano de 2006, habría llevado a la cadena a perder 20 millones de euros, de acuerdo con las estimaciones que manejan.
La preocupación de los minoritarios ahora es saber si se pretende reestructurar la compañía y cómo se establece la prioridad para el cobro de los acreedores. “Los socios son tan culpables como Barba”, apuntan estas fuentes. Además, precisaron que, a excepción del responsable de la dirección financiera, los ejecutivos de Telecinco destinados en Caribevisión tendrían ya orden de volver a Madrid.
El 17 de enero, fecha en que la sociedad de Silvio Berlusconi suscribía el principio de acuerdo para entrar en la cadena, apuntaba en una nota de prensa que su intención era “exportar su know-how” a Caribevisión.
A continuación, se envió desde Madrid a tres profesionales para apuntalar e informar sobre tres aspectos capitales: la gestión de las finanzas, la programación y la publicidad. Fuentes de Telecinco no hicieron precisión alguna sobre la declaración de quiebra.
El objetivo era competir con Univisión y Telemundo
La idea con que nació el proyecto no podía ser más ambiciosa: competir con Univisión y Telemundo, cadenas líderes en la audiencia latina en Estados Unidos. El objetivo era acceder, sobre todo, a la audiencia cubana y puertorriqueña.
Para ello, tres eran los mercados clave: Nueva York, Miami y Puerto Rico. A finales de 2006 entra en el proyecto el grupo Burillo Azcárraga. A principios de 2008 mostraron su interés Antena 3 y Telecinco. En ambas cadenas se estudió el proyecto con atención. La primera no le vio viabilidad. Vasile, sin embargo, entró.
Los problemas crecen
“Desde verano de 2007 ya se empiezan a ver problemas serios en esa gestión -se explica desde los minoritarios-. La entrada de Alejandro Burillo y Telecinco nos dieron la esperanza de que grupos de ese peso fueran a meter a Barba en cintura. Pero, curiosamente, pasa todo lo contrario.
En abril, después de nuestras quejas por irregularidades administrativas, se impide a Alfredo Fraile y Carlos Vasallo la entrada en el Comité de Dirección y Barba insiste en que no se les va a facilitar información alguna. Los mayoritarios insisten en que es un problema entre Barba y Fraile y que son ellos los que deben resolverlo.
En junio, Fraile se va y presenta la demanda“. Vasallo, conocido empresario y productor mexicano, es la otra cara visible del grupo de minoritarios.
“Muy desencaminados no deberíamos estar cuando a principios de este años los socios mayoritarios apartaron a Barba de la gestión y nombraron consejero delegado a Alejandro Orvañanos, persona de confianza de Alejandro Burillo y hasta entonces director ejecutivo de Pegaso TV.
Es cuando las cosas habían empezado a ir bien, pero con un año de retraso“, explican estas fuentes. Las dudas de los minoritarios alcanzaban también al empleo financiero de los fondos invertidos.
El propio Fraile ha asegurado en más de una ocasión sentirse responsable del dinero aportado por muchos de los minoritarios, ya que en buena medida él fue quien los convenció para entrar en el proyecto.
Univisión gana su litigio a Televisa
El grupo de medios en español Univision Communications ha manifestado que un juez de distrito en Estados Unidos ha fallado a su favor en una disputa por derechos de internet con su rival mexicano el grupo Televisa, que ya ha advertido que apelará la decisión.
La orden del juez de la corte federal de Los Ángeles Philip Gutiérrez prohíbe a Televisa transmitir programas de televisión por internet en Estados Unidos que ya han sido cedidos a Univision.
La demanda se centró en cómo interpretar una cláusula de acuerdos de licencias de programas de 1992, y originalmente lidiaba el desborde de la señal de las transmisiones de Televisa a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México dentro del territorio otorgado a Univision. Esta guerra entre cadenas, reavivada el mes pasado, afecta principalmente al consumo de telenovelas.
Ejecutivos de Televisa han argumentado que el contrato de 1992 no contemplaba la distribución por internet, correcciones posteriores y avances tecnológicos que permitían transmitir la programación vía satélite dentro de Estados Unidos mientras ésta se origine México.
Tras el anuncio del fallo, Televisa ha dicho que apelará la decisión del juez. “Univisión no tiene los derechos de transmitir el contenido de Televisa mediante internet, y cualquier intento de Univisión por conseguir esos derechos será vigorosamente opuesto por Televisa”, ha explicado la empresa en un comunicado.
Univision ha declarado que está explorando sus opciones legales a fin de otorgar el contenido a futuro en internet para su propia audiencia a lo largo de Estados Unidos.
Tanto Univision como Televisa han reconocido que el potencial ingreso de auspiciadores por la transmisión de programas por internet no es actualmente importante.
Sin embargo, un estudio de PriceWaterhouseCoopers revela que se espera que la publicidad por internet crezca en porcentajes de dos dígitos durante los próximos cuatro años, a unos 40.000 millones de dólares en los mercados estadounidenses.
Las acciones de Televisa cerraron el viernes con una caída del 3.93%, a 46.70 pesos.