Con Patricia Vico, Patricia Montero y Adam Jezierski

Tras “El Castigo”... viene la “Tormenta”

Antena 3 Films, la productora cinematográfica del Grupo Antena 3, y New Atlantis han finalizado el rodaje de Tormenta, una miniserie para televisión protagonizada por Patricia Vico, Patricia Montero, Asier Etxeandía y Adam Jezierski, entre otros, y dirigida por Daniel Calparsoro, informa la cadena en una nota.

Calparsoro ya dirigió para Antena 3 El Castigo, que se convirtió en la ficción más vista del año 2008 con un 26,5% de share en la primera parte y un 27,8% en el desenlace.

Esta miniserie narra la historia de un grupo de adolescentes que deciden participar en un experimento llamado Tormenta para estudiar los comportamientos xenófobos y las diferencias raciales que existen en la sociedad. El reparto lo completan, entre otros, Oscar Sinela, Ana Rujas, José Lamuño, Joel Bosqued, Nancy Yao, Albert Carbo y Elisabeth Sánchez.

La diferencia racial, eje central

Un grupo de jóvenes pre universitarios se apunta a los cursos de verano que imparte su colegio en un centro alejado con la intención de mejorar su nota media final. Hay clases lectivas por la mañana y actividades lúdicas y deportivas por las tardes.

A raíz de un debate sobre la creciente xenofobia en España debido al cada vez mayor número de inmigrantes y las dificultades de encontrar trabajo por la crisis económica, el profesor de Educación Cívica propone un experimento llamado “Tormenta” para poner en práctica el nacimiento y desarrollo de este nuevo mal que aqueja a nuestra sociedad; y las terribles consecuencias que puede desencadenar de no ser atajado a tiempo.

El mecanismo es sencillo, se divide a la clase en dos grupos, los nacionales o “superiores” y los extranjeros o “inferiores”. El objetivo que han de conseguir tanto unos cómo otros, son los privilegios de comida, alojamiento, y acceso a los libros para preparar los exámenes.

Hay alumnos de otras etnias que entran en el grupo de nacionales y viceversa. Lo que en un principio no es más que un juego se convierte en algo insólito e incontrolable que transforma el aspecto lúdico y docente de los cursos en una máquina de corte castrense donde la competencia y la excelencia se erigen como únicos valores.

Los profesores pierden el control y los dos grupos terminan enfrentándose llegando a sacar lo peor y lo mejor de cada uno, hasta que la situación se hace insostenible.