Corina: “No me asusta la fama, pero tengo miedo a que me juzguen”
¿Cómo afronta el estreno? ¿Está nerviosa?
El estreno lo veré en casa con los amigos, pero estar rodeada de prensa y cámaras, me pone un poco más nerviosa, porque no sabes lo que te pueden preguntar (risas). Así que no puedo avanzar nada del final.
Podrá confesar al menos que la experiencia ha sido buena...
Al principio todo te supera, estás nerviosa, piensas más lo que vas a decir, pero como estás rodeada las 24 horas de día de cámaras, al final te dejas llevar y te muestras tal y como tú eres.
¿Le costó decidirse y ser la Corina del cuento?
Sucedió todo muy pronto, muy rápido. Me encontraron en una discoteca en Málaga, y a las dos semanas ya estaba el anuncio en la tele. Me vi, y todo el mundo también me lo decía. Yo pensaba, pero ¡si no soy yo! No me lo creía. (risas).
¿Por qué aceptó ser la princesa de Cuatro?
Las decisiones las tomo yo, y no suelo basarme en lo que me digan. Sí que en este caso busqué la aprobación de mis padres, porque todavía soy jovencita y merecía su visto bueno. Y así fue. Me animaron muchísimo, al igual que mi hermana y mi mejor amigo.
En las promos, vemos que su familia es argentina, pero viven en España, en concreto, en Málaga. Se le nota la mezcla hasta en el acento...
Yo nací en Argentina, pero vine aquí siendo muy chiquita, y tengo nacionalidad española. Si me preguntas, me considero española.
¿Había visto ‘Quién quiere casarse con mi hijo’?
No soy adicta a las nuevas tecnologías y a la televisión. Nunca he visto realities que me enganchen. Es más, de ‘Quién quiere casarse con mi hijo’ no he llegado a ver un capítulo entero. No suelen llamarme la atención, porque me aburro rápido, soy como hiperactiva y no puedo estar mucho tiempo sentada. No aguanto una hora en el sofá. No porque no me guste la tele, sino por cómo soy yo, que tengo que estar todo el tiempo haciendo cosas.
Tiene pretendientes de todo tipo, pero, ¿qué tiene que tener un hombre para enamorarla? ¿cuál es el hombre perfecto para Corina?
Es verdad que la belleza interior importa muchísimo. Es importante que el chico te tiene que atraer un mínimo también para poder dedicarle tu tiempo. Si no hay atracción.... Eso importante, pero a la hora de la verdad, lo que más cuenta, es que el chico te haga sentir especial. Valoro la sinceridad, la fidelidad... No me importa la edad, solo quiero que sea maduro, que tenga las ideas claras. Eso quizás es lo que me llama más la atención de un chico.
¿Ya había tenido otros príncipes en su vida?
He tenido dos relaciones estables. He estado muy enamorada y no me arrepiento de nada. He pasado también por malos momentos pero me quedo con lo bueno, y siempre procuro mantener buena relación con ellos.
Tras el estreno, va a ser conocida por el gran público. ¿Le asusta la fama o en cambio le gusta?
No me asusta, porque quizás todavía no me he encontrado en esa situación. Tengo miedo de que la gente te vaya a juzgar, critique cosas, porque está claro las apariencias engañan y la gente ya juzga cuando sales en televisión si saber cómo eres en tu vida diaria, con tus amigos, con la familia, que es cuando en realidad te muestras como eres y conoces a la gente. Tampoco le doy importancia. La gente que quiero sabe cómo soy y sabe por qué me metí en el programa, mis propósitos. Al fin y al cabo me quedo con la experiencia, que ha sido muy positiva.
El programa quiere romper con los estereotipos
Es verdad que con el programa, además de sorprenderme con los chicos, me sorprendí de mí misma, por el hecho de haber tanta variedad de chicos que en otra ocasión hubiese descartado en el primer capítulo, pero tras conocerles, después sientes de verdad y pude llegar a plantearme y decir ‘este chico me gusta’, tiene tantas cualidades, que te llena, que quieres seguir conociéndolo... Todo eso fue algo que me sorprendió. Son chicos que fuera puede que no les des tantas oportunidades. Y sí, he aprendido mucho.
Hablando de su nombre. ¿Por qué le pusieron Corina sus padres?
Se lo pregunté a mi madre siendo ‘chica’. Leyó un libro en el que la reina del cuento se llamaba Corina, la princesa se llamaba Nair (como su hermana en la vida real). Y a mi hermano pequeño le puso Augusto, como el emperador. O sea, imagínate mi madre (risas).
¿A raíz del nombre del programa, ya le habrán hecho algún comentario o broma por tener el mismo nombre que Corinna, la “amiga” del rey...
Es una coincidencia, la verdad, muy buena. Me han preguntado mucho que si de verdad me llamo Corina. Y que si soy princesa. Y yo les digo, si quieres te enseño el DNI. Mi nombre es Corina Randazzo. Y por ningún lado y ningún papel aparece que yo de “profesión: princesa” (risas). No, no. Soy una chica normal, vengo de una familia desde siempre humilde, que trabajamos todos.
Su familia es humilde y usted ha trabajado como dependienta. ¿Qué quiere hacer ahora tras el programa?
Mi madre es profesora de literatura y mi padre ha sido autónomo en hostelería, aunque las cosas ahora no están bien, como en todos los sitios. Fui dependienta, he trabajado en mil cosas desde los quince años. He trabajado, he estudiado hasta bachillerato e hice la selectividad, pero no pude seguir, no porque no quisiese sino porque no tenía los medios. Ahora quiero seguir formándome. Si no puedo hacer la carrera de INEF, me gustaría hacer cursos relacionados con el deporte. Y también aprender idiomas, que ahora mismo es lo más importante.
¿Le gusta verse en televisión?
No he podido ver nada hasta los avances de Cuatro. Y me veo rara al no estar acostumbrada. En el programa he pasado de todo, momentos malos y buenos, y me pregunto mucho sobre cómo se verá en pantalla. Me encanta que el programa combine el amor con el humor. Con lo que he visto me he reído muchísimo, me ha gustado bastante.
¿Se ve viviendo su sueño de cuento gracias a la tele?
En el fondo todas somos princesas, lo importante es que alguien te haga sentir como tal.
¿Cree en los príncipes azules?
Sí, por supuesto. Creía y sigo creyendo en los príncipes. Están en todas partes.
¿Está enamorada ahora?
Ahhh. Es sorpresa, no puedo decir nada. No me vas a pillar. (risas).