Entrevista

“David Fernández hizo historia en Eurovisión y yo, con el Neng”

Edu Soto, popularmente conocido como 'El Neng', y David Fernandez, que alcanzó el éxito como Chikilicuatre, son los encargados de presentar “La navidad mola”, el especial de Nochebuena que Antena 3 emite mañana a partir de las 23:00 horas.

Los dos humoristas darán vida durante el programa cerca de 20 personajes diferentes. “Queríamos realizar muchas locuras que teníamos en la cabeza David y yo”, confiesa el humorista en esta entrevista concedida a Antena 3.

¿Qué es ‘La Navidad mola’?

Es una historia de dos personajes que se llaman Cris y Max que se han quedado sin trabajo porque la fábrica de Papa Noel S.A. ha cerrado. Ellos repartían los regalos y ahora necesitan otro trabajo para ganar dinero.

Los espectadores podrán seguir sus aventuras para conseguirlo y en ellas veremos una batería de personajes de locura. Para resumir, en 40 minutos, David y yo interpretamos una batería de 18 a 20 personajes cada uno. Eso es un cachondeo constante.

¿No es incómodo cambiarse tantas veces de vestuario?

El trabajo de vestuario, de maquillaje es increíble. Te cambian la fisonomía completamente y hace que te salte la chispa y te metas enseguida en el personaje que vas a interpretar.

¿Qué personaje es el que más le gusta parodiar?

Lo que me gusta, realmente, es la variedad. Lo que nos apetecía hacer en este especial era interpretar muchos personajes y realizar muchas locuras que teníamos en la cabeza David y yo.

Hemos hecho desde unos Hare krishna a los Camela, aunque nosotros nos llamamos los Camelos, también Esther Beleban, una parodia de Belén Esteban, David ha hecho de pijo... Lo que nos gusta es la variedad y poder hacer una gracia corta e inmediatamente irnos al siguiente personaje.

¿Han dejado muy alto el listón en Navidad humoristas de la talla de Martes y trece o Cruz y Raya?

Ni más alto ni más bajo, sólo con oír sus nombres los asocias a la Navidad y eso quiere decir que han hecho historia. Creo que David también la ha hecho a su manera con Eurovisión, a mí me tocó con el Neng, pero lo que nos apetecía era trabajar juntos y pasarlo bien juntos porque no es lo mismo la soledad de un solo personaje a cuando estás cansado y tienes que seguir trabajando pero hay un tío al lado como David que te anima.

Este tío está como un cencerro. Nos lo hemos pasado genial y eso ya nos compensa. También tenemos unos referentes que cada uno ha tenido su estilo y su momento, nosotros tenemos un tipo de humor muy claro y tenemos nuestra marca personal y registrada. Simplemente queremos ofrecer nuestra visión del humor.

Entonces, ¿no pararon de reír durante el rodaje?

Al final del programa hemos puesto un montón de tomas falsas porque había tantísimas que queríamos que la gente viera que nos hacíamos reír el uno al otro y que hemos tenido que parar muchísimo. Hemos invertido mucho tiempo en ello, pero eso es lo que te anima a seguir, cuando te equivocas y te ríes. Es incluso mejor que cuando estas buscando el momento perfecto.

¿También le toca hacer reír a la familia en la cena de Nochebuena?

Por suerte mi familia no pide ser el gracioso de la cena. Yo vivo en Madrid, ellos en Barcelona, entonces, sólo con mi presencia ya están contentos porque me añoran bastante, y yo a ellos. Simplemente con ir allí y tener una cena tranquila en familia ya merece la pena

¿Recuerda alguna anécdota de Nochevieja?

Las campanadas es un momento reflexivo para mucha gente, como empieza un nuevo año intentas hacer ese ejercicio mental de repaso y yo debo tener muy poca personalidad porque yo lo hago. La verdad es que es un ejercicio que hay que hacer constantemente, pero en Nochevieja, como va a empezar el nuevo año, pues más.

Lo que también hago es que cuando tengo ganas de que me pase algo, con cada uva repito ese pensamiento como para acabar y empezar el año con ese pensamiento. Realmente me como las uvas con mucha intensidad porque pienso que si quiero que cambie algo, ese es el momento.

Es un pensamiento de evolución, de felicidad humana, y los que nos dedicamos al humor tenemos una constante vital que es que queremos pasarlo bien, si tu no quieres vivir feliz y pasarlo bien no haces el tonto ni cobrando. Por eso, lo que busco siempre es pasármelo lo mejor posible y reírme mucho con mi familia, con mis amigos y con quien se ponga por delante (risas).

¿Usted es más de Papa Noel o de los Reyes Magos?

Siempre he sido de Papa Noel porque era antes, lógicamente. Ahora me da igual, pero de pequeño quería los regalos cuanto antes.

¿Qué regalo recuerda con especial cariño y cuál fue el que nunca le trajo Papa Noel?

Recuerdo una consola de las antiguas, esa que eran dos palitos con los que jugabas al tenis. Me hizo mucha ilusión porque era como modernizarse. Lo que nunca me trajeron, un ordenador. Vengo de una familia humilde y eso ya eran palabras mayores. Luego lo pagué porque no utilicé uno hasta los 24 años y pensé “por favor que alguien me salve y me explique que es esto”. Ahora con 30 ya empiezo a comprenderlos, pero me ha costado.

¿De qué prefiere disfrazarse, de Papa Noel o de Rey Mago?

Quien vea ‘La Navidad mola’ se dará cuenta de que no me quedan muchas ganas de disfrazarme de Papa Noel porque el mono de trabajo de Cris y Max es ese traje y acabamos de el trajecito hasta las narices. Pero esto suele pasar, que cuando trabajas mucho una cosa te cansas.

¿De Rey Mago? Es que no me apetece disfrazarme de nada estas navidades. Fíjate, cuando llega Carnaval, soy el único de mis amigos que no me disfrazo, porque ya lo hago todo el año. Me gusta disfrazarme para trabajar, pero luego en mi vida cotidiana no.