El presidente de la Academia de Televisión, Manuel Campo Vidal, criticó hoy que los debates 'cara a cara' emitidos por televisión resultan “sencillos” para los políticos debido a un formato “controlado y previsible”.
En el marco de un encuentro organizado por la Academia para discutir la influencia de los debates en Estados Unidos y España, Campo Vidal explicó que el debate entre los líderes del PSOE y del PP, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, respectivamente, se hizo “posible” cuando, tanto el uno como el otro, aceptaron acudir previamente a un formato “más complicado”, como era, a su entender, el del programa de TVE 'Tengo una pregunta para usted'.
Unas 60 personas asistieron a este seminario que contó con la participación, entre otros, de Julián Santamaría, catedrático en Ciencia Política, Ricardo Vaca, presidente de Barlovento, Carlos Malo de Molina, presidente de Sigma Dos, Indira García, de Antena 3, Carmen Pérez, de Cuatro y CNN+, Martí Anglada, de TV3 Daniel Ureña, analista de ABC, Luis Arroyo, presidente de Asesores de Comunicación Pública, Francesca Vidal, especialista en comunicación institucional y Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de Televisión
“A los políticos les resulta más difícil responder a las preguntas de ciudadanos comunes que son imprevisibles y, por lo tanto, resultan más complicadas que la alternativa controlada de los debates”, señaló Campo Vidal.
No obstante, invitó a la “desmitificación” de otro tipo de formatos como los utilizados en Estados Unidos, donde, además de un debate a tres, los candidatos también establecen otro debate en el que se abre un diálogo con el público. Según Campo Vidal, entre los estadounidenses y los españoles sólo hay diferencias en el “sentido del humor”, en alusión a la actitud de Obama bromeando sobre su primer apellido, Hussein.
Además, resaltó la actitud de los ciudadanos de Estados Unidos que acudieron al debate vicepresidencial entre el demócrata Joe Biden y la republicana Sarah Palin. “Si aquí en España los cara a cara hubieran tenido público, cualquier risa sobre un comentario o incluso unas toses excesivas hubieran servido de editorial para los periódicos”, advirtió.
Debates “encorsetados”
En esta misma línea se mostró el presidente de Sigma Dos, Carlos Malo, quien criticó que los debates entre Zapatero y Rajoy estaban “encorsetados, debido a que ambos conocían las preguntas”. Sin embargo, aseguró que la celebración de estas 'batallas dialécticas' son “necesarias y democratizadoras” en un mundo global.
Por otro lado, el presidente de Barlovento Comunicación, Ricardo Vaca, señaló que los índices de audiencia registrados en España por los debates en Estados Unidos -2,3 millones de espectadores- demuestran que se trata de un “elemento imprescindible”. A su juicio, estos datos “demuestran el interés de los españoles por la política, más allá de otros programas como 'Gran Hermano'”.
Por su parte, la jefa de la sección internacional de Antena 3, Indira García, destacó la importancia de emitir estos debates “a través de la cobertura global”. Así, recordó que la cadena preparó un “macroespectáculo” para los especiales sobre las elecciones estadounidenses en el que incluso se contó con “intérpretes a la medida de los candidatos” para favorecer la interacción con el público.
Por último, la corresponsal de Cuatro y CNN+, Carmen Pérez, indicó que estos enfrentamientos televisados sirven para “captar una imagen o un estilo del candidato” si bien no considera que sean “determinantes” a la hora de condicionar el voto final del ciudadano.
Los cara a cara son muchísimo más vivos“. Carmen Pérez, corresponsal de Cuatro y CNN+ aportó su visión como ”periodista de base“ asegurando que la mayoría de gente que ve debates electorales no cambia su intención de voto, sin embargo, el verlos sirve ”para captar una imagen, un estilo e intuir la forma de gobierno de cada uno de los candidatos“.
En su exposición, Daniel Ureña, analista de ABC entre otros medios, comparó los debates con “las entrevistas de trabajo” y destacó que en la pequeña pantalla “un debate es bueno cuando cumple los criterios de un buen programa y por ello los políticos tienen que comprender el lenguaje de la televisión y adaptarse a él”.
Carlos Malo de Molina, presidente de Sigma Dos, habló de las ventajas de los debates que hacen que los candidatos se entrenen, se preparen y ahorren en campaña pero reclamó más libertad y menos encorsetamiento para el formato “aquí les falta frescura” afirmó.
Finalmente y antes de dar paso al coloquio, Julián Santamaría, cerró la ronda de intervenciones señalando que la televisión no es un factor neutral en los debates “influye también- y mucho- la realización”, además subrayó la “veteranía” de los moderadores cuya edad, en uno de los casos, “superaba los 70 años”.
Las aportaciones y conclusiones del seminario “El debate de los debates” verán la luz a final de año en un libro editado por la Academia de Televisión.