El incorregible Sacha Baron Cohen vuelve a la carga. Después de su espectáculo durante la última edición de la entrega de los Oscar de la Academia de Hollywood, en la que, disfrazado como su personaje de El dictador, vertió “las cenizas de Kim Jong-il” sobre un estupefacto Ryan Seacrest, el actor ha realizado una divertida aparición en el Saturday Night Live, de la que da cuenta Deadline.
Como es habitual en sus intervenciones ante las cámaras, Cohen intervino caracterizado como el personaje de su citado film, de inminente estreno en Estados Unidos, el General Aladeen, de la República de Wadiya. Lo hizo en la sección “Weekend Update”, junto al cómico Seth Meyers.
Tras presentarse con un “Hola América, y muerte a Occidente”, Cohen (o Aladeen) habló de las “estupendas” críticas que había recibido por la película de parte de críticos muy relevantes a los que no había tenido que “presionar”. Ante las evidentes y más que comprensibles, dudas de su entrevistador, Cohen se sacó un inesperado “as” de la manga. Un esbirro sacó al set a un hombre maniatado y encapuchado que resultó ser, ni más ni menos, que Martin Scorsese.
El director de Taxi Driver o Gangs of New York (a cuyas órdenes trabajó Cohen en La invención de Hugo), visiblemente asustado, llegó a decir que El Dictador era “mucho mejor que Toro Salvaje”, mientras recibía una serie de descargas eléctricas. Al final, y a pesar de las buenas palabras del cineasta para con su captor, este no le liberó y volvió a sacarlo del plató para llevarle “a la cueva donde guarda a Coppola”.
El Dictador llega a los cines españoles el próximo 13 de julio, y cuenta en su reparto con Anna Faris, Ben Kingsley, John C. Reilly y Megan Fox, entre otros.
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