'El juego del calamar', inspiración también para una manifestación contra las macrogranjas en Quintanar del Rey
La fenómeno que ha supuesto El juego del calamar no para de extenderse por el mundo. El propio Ted Sarandos, co-CEO de Netflix, ser mostró recientemente convencido de que la serie coreana estaba encaminada a convertirse en su ficción de habla no inglesa más exitosa de la historia, cuando pasa menos de un mes de su estreno en la plataforma. Algo que no es de extrañar cuando su influencia se deja ver ya hasta en manifestaciones y actos públicos de cualquier parte.
La Roca dio pruebas del impacto de la creación de Hwang Dong-hyuk a nivel social. En su debut, el programa se desplazó hasta Quintanar del Rey, en Cuenca, donde los vecinos se han acabado disfrazando de los personajes de la serie para protestar contra la llegada de una macrogranja de cerdos que se sitúa a 340 metros de su pozo de agua. Una situación que temen suponga la destrucción del empleo en la zona, así como el deterioro del agua potable que consumen.
“Luz roja, luz verde” para recrear la destrucción de empleo
Así las cosas, el reportero del programa, César Muñoz, presentaba “Los juegos del Quintanar”, junto a una señora, Paca, imitando a la muñeca que aparece en la serie como parte clave de la primera prueba, Luz roja, luz verde. En la plaza del pueblo, mientras tanto, se agolpaba la gente para manifestarse siguiendo las claves de ese juego al estilo del Escondite inglés. De pronto, todos los que llevaban un dorsal identificándose como “agricultores” eran eliminados. Otras profesiones cayendo en siguientes rondas.
“Se están currando mucho las performances”, decía el periodista, que hablaba con uno de los vecinos para detallar el motivo de la convocatoria y de la queja en torno a la macrogranja. “Nos quieren poner 2.200 celdas de crías y otras 2.200 de reposición. Van a generar 61.000 lechones. A siete litros de agua por lechón, más la limpieza, es insostenible”, explicaba, mientras seguían las eliminaciones al estilo de El juego del calamar ante las cámaras. “Esto es lo que no queremos que pase”, decía otra manifestante, sobre la recreación que estaban haciendo.
“Tenemos mucha motivación, nos creemos mucho lo que hacemos”, añadía esta mujer sobre la preparación de la protesta. El proyecto de la macrogranja está suspendido de manera cautelar, mientras la Junta de Castilla-La Mancha estudia la viabilidad a nivel medioambiental del proyecto. “Nosotros queremos que la quiten definitivamente”.