Comparativa

Elige la pantalla de TV que mejor se adapte a tu forma de vida

Según un reciente reportaje publicado en la revista de imagen y sonido On Off, el rey en los hogares españoles sigue siendo el televisor convencional de tubo de rayos catódicos, ya sea con el clásico formato 4:3, o con el más reciente 16:9 (panorámico). Estos formatos se han encontrado con un nuevo competidor: los retroproyectores, con la pantalla más grande y menos “culones” que los televisores, pero no tienen la definición ni la nitidez de éstos. También existen los proyectores, la pantalla de plasma o de cristal líquido, aunque resultan mucho más caros y su instalación es más complicada. Por otro lado, para ver una película con la mayor fidelidad posible, la mejor opción es la pantalla panorámica. Para los amantes del cine: el formato 16:9 La pantalla panorámica, en sentido horizontal, se adapta mejor a nuestro campo de visión. Además, la mayoría de las películas están hechas en este formato, de forma que con un formato 16:9 se pueden ver en su proporción original, sin perder parte de la imagen o con bandas negras. Por otro lado, el sistema panorámico es un buen complemento para el DVD, ya que las mayoría de películas en este formato sólo tienen versiones en esta proporción. Cada vez se están realizando más programas en formato panorámico. La mayor parte de las películas de pago por visión están en 16:9 e incluso, Canal Satélite Digital dedica uno de sus canales a este formato. Las desventajas que supone este sistema es que suele ser más caro y que, hasta que todas las cadenas emitan en este formato, con una televisión 16:9 veremos la imagen deformada. El gigante: el retroproyector Su tamaño es superior al de un televisor convencional, aunque son más estrechos. Su instalación es muy sencilla. Se basan en un proyector instalado dentro de un recinto para que las imágenes que proyectan se reflejen en un espejo situado en la parte trasera del aparato. Además son más ligeros -por no tener que enfocar un haz de electrones como los equipos tradicionales- y tienen un precio muy asequible, sobre todo en los modelos que rondan las 50 pulgadas. En su contra, este tipo de aparato tiene más problemas de calidad en la imagen (más grano e impurezas). Otro problema asociado a este sistema es la convergencia de colores, especialmente en las esquinas, donde tienden a desenfocarse.

La televisión digital integrada (IDTV) Las IDTV son la mayor apuesta de los fabricantes en estos momentos. Son equipos que incluyen sintonizadores con posibilidad de acceso condicional (descodificador). Las ventajas: un sintonizador digital y analógico en un mismo módulo, un único mando a distancia y un sistema operativo más sencillo. En su contra tiene el precio, que aún es alto. Además, no todos incluyen la electrónica necesaria para recibir canales de pago.

La tele de siempre: el formato 4:3 La mayoría de programas de TV y cintas VHS todavía utilizan la proporción 4:3, puesto que es la que tienen la mayor parte de los espectadores. Son más baratos porque hay más demanda. Ver una película en formato 4:3 significa aceptar que un tercio del original se pierda en los laterales o tener que verla en formato “buzón” (con bandas negras en las zonas superior e inferior).