¿Qué va a cambiar en Canal Plus tras entrar a formar parte de Telefónica? ¿Cómo lo va a notar el espectador?
Todavía no lo sabe nadie, o por lo menos, yo no lo sé. El proceso está en marcha, y no se han definido aún las condiciones que se fijarán para que la compra tenga lugar, cuando eso ocurra. A partir de ese momento, y teniendo en cuenta esas condiciones, será Telefónica quien definirá una estrategia para el desarrollo de este negocio. Lo que está claro es que se plantea una nueva situación potencialmente muy positiva con grandes oportunidades de crecimiento en todos los sentidos.
Ha dicho que la televisión de pago no se ha promocionado debidamente en los últimos años, ¿qué van a cambiar? ¿qué cree que ha fallado y cómo lo van a mejorar?
Creo que la evolución de la televisión, tanto de pago como en abierto, en cuanto a la producción y a la promoción, ha sido muy positiva en los últimos años. Como es normal, todo evoluciona y a mejor. Pero creo que quedan varias asignaturas pendientes, y las cosas se pueden hacer mejor en cuanto a la comunicación de unos contenidos de enorme calidad, y con suficiente atractivo para poner en valor mucho más de lo hecho hasta ahora, trabajando título a título. Coinciden en el tiempo varios factores que hacen que todos nos debamos tomar esto mucho más en serio.
Por un lado, las nuevas formas de comunicación nos permiten dirigir la comunicación de contenidos específicos sólo a la gente para los que únicamente estos son relevantes y atractivos, y por otro lado estamos viviendo una revolución espectacular y muy rápida en cuanto al comportamiento de los consumidores. Esto es una oportunidad que hay que aprovechar, sobre todo en el mercado español en el que hay un enorme consumo de televisión, pero en el que la televisión, en su definición más genérica, no tiene una buena imagen. Creo que el gran problema de una marca como Canal+, que debe poner en valor una ingente cantidad de buen producto (partidos de fútbol y muchos otros deportes, estrenos de cine de todo tipo, series, documentales, etc.), está en el uso de herramientas de comunicación que tradicionalmente en televisión han servido para la promoción de cantidades mucho más reducidas de oferta de programación. Esto es lo más complicado, pero lo más importante. Al final, se trata de un ejercicio constante de seducción, pero nunca basado en el engaño al usuario. Para no engañar, hay que tener el producto adecuado, y yo estoy convencido de que Canal+ tiene suficientes argumentos.
¿En qué se basan para comprar una serie americana? ¿suele ir el precio relacionado con su éxito de audiencia o no siempre? ¿cuánto hay de intuición a la hora de comprar una serie?
La intuición es un factor importantísimo, ya que en esto no hay reglas. Si las hubiera, los guionistas y productores sencillamente las aplicarían y sólo se producirían series de gran éxito. La realidad es muy diferente, ya que la historia de la televisión está plagada de fracasos estrepitosos. Evidentemente, cuando alguien pone en marcha un proyecto de serie, es porque está convencido de que será un éxito tanto de audiencia como de imagen, y así intenta convencer a todos, incluidos a los compradores y programadores.
Cuando evaluamos posibles compras, cada marca intenta buscar títulos que se ajusten a lo que busca cada uno, no con criterios de gustos personales, sino con aquellos que cubren las necesidades de cada una. En Canal+ esta estrategia de producto se resume en la presencia simultánea de calidad y diferencia, en condiciones de exclusividad. Intentamos hacerlo con las series y con todo lo demás. En el caso específico de las series buscamos además un alto nivel de potencial de comunicación. Y normalmente, cuando identificamos un título todavía no se sabe si va a ser un éxito de audiencia en su país de origen, por lo que el precio no es algo que vaya necesariamente asociado a esto. Por estos motivos, el trabajo de selección de series es una mezcla de intuición, experiencia y tener muy claros los objetivos que busca tu marca. En este sentido, creo que en estos últimos años en los que las series han ido aumentando su presencia en Canal+, el trabajo de selección se está haciendo razonablemente bien.
¿Cómo les afecta la piratería? ¿Notaron para bien el cierre de series yonquis y webs de descarga similares?
En mi opinión la piratería es un acto individual de búsqueda de satisfacción a corto plazo y fruto de una percepción colectiva de que se puede consumir gratis sin que haya ningún tipo de consecuencia. Evidentemente, esta percepción es un error, porque producir cualquier cosa cuesta dinero. Y sí tiene consecuencias. La paradoja es que si se lleva esto al límite, o cerca del límite, estos productos que la gente quiere consumir sin pagar por ellos sencillamente no existirán y lo que buscan a corto, medio o largo plazo no lo encontrarán, por lo que volvemos al inicio de este círculo.
¿Cuál será su estrategia para combatir la piratería?
Se trata, por lo tanto, de ofrecer productos de forma que a la gente no le valga la pena piratear, de manera inmediata, sencilla y fácil, con calidad, servicio y a precios razonables.Hay que trabajar para que esto sea así, y que tanto las tecnologías de distribución y consumo como los acuerdos con distribuidores nos permitan ofrecer productos que la gente quiera consumir de manera normal. Es algo que requiere paciencia, visión de negocio y dinero, pero también es cierto que todos, incluidos los consumidores, están interesados en que el nivel de piratería sea mucho menor en España. Esto no sólo afecta a las series o los estrenos de cine; también es algo muy relevante para eventos en directo y de coste muy elevado, como el fútbol, en los que el impacto económico de la piratería puede ser importante. En el otro lado de la balanza está el problema opuesto, igualmente preocupante, para todos aquellos productores y distribuidores cuyo producto nadie quiere piratear.
¿Cómo afrontan la futura competencia con Netflix? ¿Pueden convivir los dos modelos?
Está más que probado en los últimos años y en muchos países que los servicios de consumo bajo demanda, y en concreto los que siguen el modelo de suscripción responden a una necesidad de mercado creciente y que va a seguir siendo así en el futuro. Por lo tanto, hay que estar ahí y competir frontalmente con un montón de marcas y convivir con ellas. Los elementos comunes a todas sobre los que hay que partir son: 1) un precio asequible, 2) una oferta de producto grande, variada y con suficiente calidad, 3) un funcionamiento lo más fácil y sencillo posible, 4) que se pueda consumir desde cualquier dispositivo que tenga pantalla, y 5) que haya suficiente ancho de banda para que funcione correctamente.
Para mí, esta es la base mínima para lograr el aprobado y sobre la que hay que construir el atractivo del servicio. A partir de ahí, la diferencias estarán en los motores de búsqueda, el funcionamiento de elementos de personalización de producto como los recomendadores, la capacidad de obtener y producir productos exclusivos y suficientemente diferenciales, y la imagen de marca. Creo que estas son las cosas en las que hay que pensar y trabajar para ofrecer un producto que compita en condiciones.
¿Cuál va a ser, en su opinión, la gran serie de este otoño o próximo año en USA?
Para no contradecirme a mí mismo, repito que nadie sabe de antemano qué va triunfar o fracasar. Pero, para dar algunos ejemplos de lo que viene, tengo la sensación de que en la televisión comercial en Estados Unidos este otoño se va a hablar mucho de Gotham, que allí estrenó FOX este lunes y aquí Canal+ Series al día siguiente (el martes 23 de septiembre). Si una parte importante de las historias que cuentan las series es el desarrollo de sus personajes, Gotham tiene un potencial enorme en este sentido, con todos los malvados que amenazan la paz de la ciudad.
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¿En qué otra serie tienen puesta su mira?
Y lo mismo podría decir de la llegada de la segunda temporada de The Blacklist (NBC y Canal+ Series), que fue sin duda el estreno más importante del año pasado en las “networks” americanas. La verdad es que contar con estos dos títulos en un mismo canal lineal, y el poder verlas bajo demanda en Yomvi es un lujazo. En cuanto a otro tipo de productos, hechos para la televisión de pago, y en este caso llegando a un público mucho más minoritario, creo que va a dar mucho que hablar “The Knick”, una creación de Steven Soderbergh con Clive Owen como buque insignia. Me parece una apuesta arriesgada para Cinemax, pero muy interesante. Todos hemos visto docenas de series de médicos, pero ninguna así, y sobre un momento especialmente fascinante de la historia de la medicina, cuando se operaba sin guantes ni mascarillas.
Díganos su top 5 particular de las series de Canal Plus que hay que ver....
Mi “top 5 particular” sería probablemente un “top 50”, porque en Canal+ hemos tenido y tenemos títulos fantásticos, cada uno por motivos muy diferentes. Haciendo un ejercicio muy doloroso de selección, centrándome sólo en títulos actuales, y por supuesto en total desorden: Juego de Tronos, Veep, Louie, Masters of sex, Episodes, Portlandia, Breaking bad, Mad men, y tantas otras que harían esta lista larguísima.
¿Qué serie de la competencia (FOX, …) le hubiera gusta tener? Por ejemplo, ¿'The Walking Dead'?
Acepto “pulpo” como animal de compañía, aunque no creo que FOX u otras marcas de canales lineales que se distribuyen de forma conjunta en España deba ser considerado competencia de Canal+, si te refieres a eso (pero esto pertenece a otro debate). Hay muchísimas series que se ofrecen en estos canales que me parecen muy buenas, tanto en cuanto a mis gustos personales como a lo que creo que podrán hacer en Canal+. Si tuviera que elegir una que uniera las dos cosas, te diría, por ejemplo “The good wife”.
Una de sus últimas adquisiciones ha sido 'The Leftovers', una de las series del momento. Hay un debate entre los espectadores sobre el significado real de la serie, ¿de qué va The Leftovers? Cuéntenos su teoría.
No tengo ninguna teoría, lo que tengo es mi propia interpretación, como en cualquier otra cosa. Haciendo una reducción un tanto bruta sobre The Leftovers, podríamos decir que es una serie sobre la religión, en el sentido más amplio de la palabra. Me refiero a que Tom Perrotta en el texto y Lindeloff en imágenes describen cómo diferentes personajes reaccionan, se organizan e interactúan frente a cosas que ocurren sin saber por qué ocurren. Creo que es una serie muy interesante y compleja en este sentido, que quizá es muy minoritaria, pero que poco a poco va a ir sumando adeptos, que pronto la considerarán como una serie de culto (nunca mejor dicho).
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'The Honourable Woman' es otra de las series del momento que aún no tiene cadena en España. ¿Está en sus planes comprarla?
The honourable woman llega a Canal+ Series este otoño. Es una miniserie de 8 episodios protagonizada por Maggie Gyllenhaal, y rodeada de un reparto de actores increíbles, la mayoría británicos, en un thriller complejo y apasionante sobre el conflicto en Oriente Medio, el mercado internacional de armas, los servicios de inteligencia… Ha sido un título muy importante para la BBC este año y esperamos que lo sea también para Canal+.
¿Y qué opina de 'Halt and Catch Fire', otra de las ficciones más esperadas?
De Halt and Catch Fire, aunque no la ha comprado Canal+ (la tiene AMC), seguro que tendremos noticias pronto en nuestro mercado. Yo sólo conozco el piloto, y también a algunas personas que me han hablado muy bien de la serie. Hacía tiempo que no veía a Lee Pace como protagonista de una serie, desde Pushing Daisies (Criando malvas), otro título que a mí me pareció innovador y brillante en muchos sentidos.
¿Qué serie les sorprendió para bien? (la compraron pensando que sería una serie normal y ha sido un pelotazo)
Eso es algo que ocurre de forma recurrente, todos los años. Repito que la única constante son las sorpresas, ya que nadie tiene las claves del éxito, ni los motivos de los fracasos de antemano. Este sector está reservado para las teorías a posteriori, es un territorio minado para los que dicen saber qué va a pasar. Yo diría que un ejemplo claro de lo que este año fue una apuesta importante, pero menor, comparada con el enorme éxito que ha sido finalmente es Orange is the new black, de Jenji Kohan.
¿Cuál les ha decepcionado? (Creían que iría mejor de lo que ha ido)
Siendo realista, es algo que pasa con muchos títulos, y por diferentes motivos. Ya sea porque la serie no es lo que promete, o su comunicación, o cualquier otra circunstancia. A mí me hubiera gustado, por ejemplo que en su momento Rubicon hubiera funcionado mejor y que fuera renovada, o ver más temporadas de Boss, y tantas otras. Pero esto son decisiones que nada tienen que ver con el mercado español. También sería fantástico ver más historias de Little Britain o Come fly with me, pero entiendo que a menudo la cantidad juega en contra de la calidad, sobre todo en comedia.
¿Qué tienen las series americanas que no tienen las nacionales?
Estamos hablando de dos mercados de tamaño e historia muy diferentes, y no sé hasta qué punto las comparaciones de sus series pueden aportar algo. En Estados Unidos la industria de la televisión es descomunal en todos los sentidos si la comparas a la nuestra. Estamos hablando de décadas de “know-how” acumulado, donde cada producto es heredero de algo de sus predecesores, donde los guionistas han crecido con miles de horas de visionados y referencias hasta saciarse, donde la competencia es brutal, con muchos más productores y cadenas que encargan y consumen las series, y la cantidad de profesiones asociadas a la producción y al servicio de esta industria es mucho mayor que la española.
Todo esto, asociado a una cultura de comunicación, que siempre forma parte de la serie, a presupuestos de desarrollo y de promoción que aquí nos parecen una locura, y a maquinarias de distribución también difícilmente comparables. Son estas maquinarias las que hacen que una buena parte de estas series lleguen a muchos países, a menudo menos permeables a la cultura americana que el nuestro. En resumen, que los volúmenes no son comparables en absoluto. Dicho esto, lo esencial es que se trata de contar historias con el objetivo de llegar al mayor número posible de personas, a través del desarrollo de personajes a los que nos enganchamos y queremos saber qué les ocurre episodio a episodio. En este sentido, el trabajo es el mismo sea cual sea el país de origen. En España esto se hace cada día mejor, precisamente porque las fronteras desaparecen y los creadores españoles primero, y los espectadores después, nos alegramos de que sea así.
Hablando de segundas temporadas...¿volverá 'qué fue de Jorge Sanz?
¿“Qué fue de Jorge Sanz?” fue la primera producción original de ficción de Canal+. Por ese motivo, me cuesta hablar de ella con distancia y objetividad. Fue algo totalmente innovador e irrepetible en todos los sentidos, y el resultado exclusivo del gran talento de David Trueba, uno de los mejores contadores de historias en cualquier formato que jamás he conocido, y de la complicidad total y ciega del propio Jorge Sanz. Y también creo que fue un buen ejemplo de la libertad creativa bien utilizada, ya que la participación de Canal+ se limitó al diseño de la comunicación a favor de la propia serie y de la marca. En su momento hablamos con David Trueba de poder “revisitar” a Jorge Sanz de vez en cuando, para ver cómo le iba la vida, con historias independientes. Espero que sea posible hacerlo en el futuro.
¿Volverá Canal+ a producir series propias?
En cuanto a la producción de nuevos proyectos, también creo firmemente que es algo necesario. Es una estrategia que quedó aparcada en su momento debido a temas económicos, porque es algo que requiere una apuesta muy importante, pero que sin duda hay que retomar. No estoy diciendo nada nuevo. Todos los servicios de televisión de pago relevantes en el mundo y que han crecido en los últimos años, lo han hecho en parte porque han sabido crear y explotar productos originales que nadie podía encontrar en ninguna otra parte, y que ayudan a diferenciarse y definir la imagen de marca.