Los atentados terroristas que tuvieron lugar el pasado mes de noviembre en París han provocado que el continente europeo se encuentre en un estado de alerta generalizado, especialmente ante grandes eventos deportivos, culturales y sociales.
Es el caso de Eurovisión, que celebrará el próximo mes de marzo en Estocolmo su 60ª edición tras el triunfo de Mans Zamerlöw. Con vistas a esta cita, el gobierno y el festival planean desplegar un activo de seguridad sin precedentes para garantizar la protección de un evento tan multitudinario, tal como recoge La Información.
En el año 2012, el festival, celebrado en Azerbaijan, vivió su momento más alarmante con la desarticulación de un despliegue terrorista que planeaba atentar durante la final y que se saldó con la muerte de dos implicados y la detención de 40 terroristas armados.
En esta ocasión, el gobierno sueco blindará su capital para la realización de un festival que recibirá a seguidores de todas partes del mundo y a delegaciones de 42 países, muchos de los que se encuentran en el punto de mira del terrorismo yihadista.