El pasado martes arrancó la segunda temporada de Los Osbournes, reality show que muestra la vida diaria del popular rockero Ozzy Osbourne y su peculiar familia. Un regreso bastante esperado ya que, en su primera y exitosa etapa, el programa se convirtió en todo un fenómeno mediático y de audiencias en Estados Unidos a través de la cadena musical MTV. El primer episodio de esta nueva entrega arrasó en el prime time con una media de 6,6 millones de espectadores, convirtiéndose en el programa de televisión por cable más visto de la noche, y superando en gran medida sus registros del año pasado. En el capítulo, además de al patriarca de la extravagante familia, pudo verse a su hija Kelly cantando el clásico de Madonna “Papa Don't Preach” en la entrega de galardones MTV Movie Awards, celebrada el pasado junio. Por otra parte, en las últimas emisiones de la temporada pasada, a la esposa del cantante, Sharon Osbourne, se le diagnosticó un cáncer que provocó su rechazo inicial a continuar con la serie, aunque finalmente aceptó. El enorme éxito del reality show ha generado además una especie de “industria” sobre los Osbourne, que incluye rumores de un contrato para que Sharon realice un programa de tertulias, una edición en DVD de la primera temporada e incluso una línea de automóviles en miniatura inspirados en los que se enseñan en el programa. Posible montaje Pero el éxito no es el único que acompaña a Los Osbournes en su regreso, ya que éste se ha visto envuelto en una agria polémica sobre un supuesto montaje preparado de varias situaciones ocurridas dentro de la casa. Lo verdaderamente llamativo es que esas acusaciones proceden de dos de los hijos del rockero, estrellas del propio espacio televisivo, quienes declararon en el programa Good Morning America que algunas de las escenas de la temporada pasada estaban preparadas por los productores de la MTV para darle un mayor toque dramático a la serie. En particular, un momento en el que los padres echaban una reprimenda a sus hijos, y a la que éstos se han referido como “la más falsa del mundo”. Además, Jack Osbourne, de 17 años, afirmó que la escena en la que su hermana llamaba por teléfono a un psiquiatra para perros era igualmente un montaje de la MTV. En su réplica, representantes de Ozzy y de la cadena señalaron que el programa no emite nada que no sea real. Aseguran que difícilmente puede amañarse algo con esta clase de familia tan especial, y es ahí donde radica su atractivo.