El programa de Cuatro 'En el punto de mira' puso el foco en su entrega de anoche en el tráfico ilegal de perros y presentó el caso de 'la exterminadora de perros' malagueña.
Se trata de Carmen Marín, una mujer que fue acusada por sus propios exempleados de sacrificar a perros de forma ilegal y muy dolorosa para los animales.
Los días de “exterminio”, apagaba las cámaras de seguridad, subía el volumen de la música y procedía a inyectar el producto eutanásico de manera intramuscular y sin sedación previa, lo que provocaba una muerte lenta y muy dolorosa en los animales, como recoge la web de Cuatro.
Pero Carmen Marín culpa a empleados despechados por despidos de acusarle falsamente. Se le acusa de gastarse dinero de la protectora en hoteles de lujo y de maltrato animal, pero ella sigue lucrándose con la protectora, que simplemente ha cambiado de nombre y responsables.
Su “protectora”, situada en Torremolinos, fue protagonista en los medios de comunicación por esas ‘jornadas de exterminio’ que supuestamente cometía Carmen Marín, su afamada y adinerada propietaria.
La presidenta cobraba subvenciones por cada perro o gato con la excusa de manutención y paralelamente se lucraba matándolos con inyecciones que provocaban la muerte lentamente y de manera muy dolorosa. Siete años después, el caso sigue abierto y la presidenta de la protectora está imputada a la espera de juicio.
El negocio de los perros abandonados de España a Italia
El espacio también mostró cómo perros abandonados en España acababan siendo piezas de negocio en Italia, viajando fuera de nuestras fronteras para seguir a esta red ilegal.
Y es que en el país transalpino las perreras reciben una media de 5-7 euros al día por cada perro que mantienen con vida. Por eso hay unos 200.000 animales en protectoras hasta el punto de convertirlas en campos de concentración de animales moribundos.