La Sexta estrena esta noche a las 20:55 horas “La tira” (ver vídeo), una serie de humor compuesta por cuatro pequeñas historias cómicas e independientes con las que la cadena vuelve a adentrarse en el terreno de la ficción nacional.
Producida por Globomedia, “La tira” está ambientada en cuatro escenarios donde se desarrollarán historias de corte costumbrista: un matrimonio obligado a convivir en su casa con unos obreros que no terminan la reforma, un grupo de madres que se reúnen a la salida del colegio de sus hijos, las cajeras de un supermercado y dos porteros de una discoteca.
“La ficción es nuestra asignatura pendiente”
“Queríamos colocar un producto de alta calidad a las nueve de la noche para dar el pistoletazo al prime time. Además, con ‘La tira’ volvemos a abordar la ficción nacional, que es algo que teníamos pendiente”, explicó la directora de Programas de La Sexta, Esperanza Martín, durante la presentación de la serie.
“La tira”, protagonizada por Eva González (“Tres deseos”), Santi Rodríguez (“7 Vidas”) y Fernando Gil (“Noche Hache”), entre otros, permite a la cadena volver a colocar en su parrilla un producto de ficción después de las discretas “Mesa para cinco” y “SMS”.
“No descartamos una serie semanal para el prime time de otoño”
“Este género es nuestra asignatura pendiente. Queremos tener más proyectos de este tipo de cara a la próxima temporada, siempre y cuando sea algo que esté en el tono de la cadena”, argumentó Martín, quien no descarta una serie semanal en prime time para otoño.
Creada por miembros de los equipos de “Sé lo que hicisteis”, “El informal” y “El Club de la comedia” tendrá una duración de media hora, “aunque se puede alargar en función de nuestras necesidades”. Además, las historias, de seis minutos cada una, serán autoconclusivas.
Cuatro escenarios para cuatro tramas
Eva González, Fernando Gil y Santi Rodríguez, actores muy familiarizados con el género del humor, encabezan el elenco artístico.
El reparto lo completan Miguel Guardiola, Dritan Biba, Javier Coll, Raúl Cano, Paco Churruca, Mariam Hernández, Esther Rivas, Juan Carlos Villanueva, Diego Paris, María Lanau, Raquel Romero, Elvira Cuadrupani, Pepa Zaragoza y Carmen Gutiérrez.
Ángel Ayllón, productor ejecutivo, encabeza el equipo creativo de “La tira”, junto a Eloy Salgado y Gabriel García Soto. Se trata de tres experimentados guionistas, que han participado en algunos de los formatos de humor de entretenimiento de más éxito de los últimos años, entre otros, “El Informal”, “El Club de la Comedia” o “Sé lo que hicisteis”.
Dos cajeras de supermercado y Santi Rodríguez como mendigo
Dos cajeras jóvenes, Jessi (Mariam Hernández) y Yoli (Esther Rivas) que trabajan en un supermercado pequeño, y cuya ilusión es trabajar en la tele y ser famosas, conviven con el encargado del establecimiento, Don Antonio, (Juan Carlos Villanueva) y con un mendigo, Marcelino (Santi Rodríguez), que de tanto frecuentarlo se ha convertido en el mendigo oficial del súper.
Jessi y Yoli trabajan para sacar dinero para el fin de semana y hacer botellón, no tienen estudios y viven con sus padres. Son activas, con ganas de aprender las cosas que ellas consideran útiles.
Los clientes no existen para ellas, son un producto más que pasa por la cinta. Los amigos son lo más importante de su vida, sus referentes morales.
Mariam Hernández es Jessi
Tiene un novio distinto cada fin de semana. Viene de una familia caótica, con hermanos de distintos padres, pero que viven todos juntos. Es lanzada, resuelta, inconsciente e inmadura; fruto de esa inconsciencia suele llevarse muchas decepciones.
Además, es orgullosa y jamás reconoce un error. Hace preguntas incómodas con total naturalidad y es la que maneja el micrófono de megafonía.
Esther Rivas es Yoly
Hija única de un matrimonio convencional, Yoly tiene novio fijo desde hace poco. Comparada con su compañera de caja, Yoly es algo retraída, sólo se suelta con las amigas y en especial con Jessi.
Juan Carlos Villanueva es Don Antonio, el encargado
Don Antonio, el encargado del súper, ronda los 50 años, está felizmente casado y tiene tres hijos. Procedente de una estirpe de pequeños comerciantes, en cuanto se hizo con el negocio lo convirtió en una franquicia de Economeko, pasando de ser propietario a un mero encargado. Es un hombre de tradiciones al que le gusta establecer y respetar normas, cree en el orden.
Tranquilo y poseedor de una paciencia infinita, ve en Jessi y Yoli el reflejo de sus propios hijos, sintiéndose casi obligado a educarlas, pero manteniendo en la medida de lo posible la distancia necesaria en una relación laboral.
Santi Rodríguez es Marcelino, el mendigo
Marcelino es “el mendigo de la puerta del súper”, un título casi oficial. Se trata de un cincuentón que se ha pasado la vida en la calle, un superviviente que se sabe todos los trucos de la mendicidad. Así, busca distintas formas de dar pena a las señoras que van a hacer la compra.
Jessi no le traga, le parece un “jeta”, pero Yoli se cree todo lo que le cuenta. Marcelino se conoce todos los supermercados de la zona y utiliza la información para conseguir que el encargado tolere su presencia.
Diego Paris es Manolo, el reponedor
Es el chico para todo del supermercado: igual repone productos, que los embolsa o envía a domicilio. No es especialmente despierto, lo cual le convierte en objetivo fácil para las chicas. Le encantan las dos cajeras por igual y ellas aprovechan esta circunstancia para manejarlo a su antojo.
Un piso donde nunca se acaban las obras
Ana (Eva González) y Luis (Raúl Cano) forman un matrimonio joven, sin hijos y de un aceptable nivel económico que ve cómo su vida se transforma el día que deciden embarcarse en la reforma de la casa en la que viven.
Su plan era arreglar el piso antes de entrar a vivir, pero su deseo de ahorrarse un alquiler mientras duraba la obra les ha obligado a una convivencia que parece no tener fin con los obreros, los escombros, el polvo, la pintura fresca y los andamios.
En este desolador panorama, los roces del matrimonio y especialmente de ella, con el obrero, el encargado y el contratista que se han instalado en su vivienda son continuos.
Eva González es Ana, la mujer
Azafata de vuelo con horarios caóticos, Ana (Eva González) es una persona enérgica y metódica, que no soporta el desorden en el que se ha convertido su casa. Cuando se agobia, repite turno en los transoceánicos para desaparecer durante un tiempo y disfrutar de una habitación de hotel sin ruido, ladrillos, ni hombres con mono azul.
Se debate entre las ganas de que los obreros desaparezcan y las ganas de que hagan bien la obra. No comprende el miedo a volar de Luis, su marido, pero aún así estaría dispuesta a optar por un puesto en tierra para que no se preocupara tanto si no fuera porque entonces no tendría forma de huir de la obra.
Raúl Cano es Luis, el marido
Trabaja en una sucursal bancaria, lo que le permite estar más tiempo en casa y pasar toda la tarde en compañía de los obreros. Prefiere no enfrentarse a los obreros, dado el mucho tiempo que pasa con ellos.
No soporta la soledad y cada vez que se marcha de viaje, aprovecha para darles nuevas instrucciones a los obreros y así perpetuar la reforma. Pasivo, poco ambicioso y de buen carácter, tiene un miedo irracional a volar por lo que presiona a su mujer, azafata de vuelo, para que pida un destino en tierra.
Miguel Guardiola es Ramón, el encargado
Es el obrero con más experiencia. Después de muchos años en la profesión ha aprendido a hacer de todo, desde levantar un tabique a sintonizar una antena. Se trata del clásico obrero críptico, que nunca da una respuesta concreta.
A veces intenta agradar a sus clientes tomando ciertas iniciativas decorativas y después una vez ejecutadas, las consulta. Es un hombre de tradiciones, casado desde los 18 con la misma mujer. Adopta el papel de padre con su compañero, un joven albano, del que piensa que le falta un hervor.
Dritan Biba es Lancu, el obrero albano
Lancu, el obrero más trabajador, es un joven albano que acaba de terminar la carrera de Arquitectura en Albania y que se ha venido a España para trabajar y sacar adelante a su familia, a la que envía dinero con regularidad.
Es la persona con más estudios de la casa y el que habla mejor español, aunque por su carácter tímido parece no hablarlo. Sueña con vivir en una habitación para él solo. A pesar de su buena disposición y la paciencia que demuestra, no le gusta que corrijan su forma de hacer las cosas.
Javi Coll es Julián, el contratista
Es el propietario de la empresa de reformas, Reformas Julián. Tiene mucho dinero y le gusta hacer gala de ello. Tiene la arrogancia que da la ignorancia y un puesto de relativo poder.
El IVA no tiene secretos para él, está acostumbrado a hacer malabarismos con su personal para poder llevar varias obras a la vez, lo que le da la excusa para ausentarse del piso siempre que le es posible.
Cinco madres a las puertas del colegio de sus hijos
Todos los días a las 16:30 un grupo de madres, de diferente carácter y variadO status social, se reúnen en un banco a las puertas de un colegio concertado. Mientras esperan la salida de sus hijos, conversan sobre su vida, sus problemas y sus relaciones sociales.
Pepa Zaragoza es Teresa Verdasco, la madre desastre
Bastante despistada, es la última en enterarse de lo que sucede en el colegio. Desaliñada, descuida su imagen y la de sus hijos, sobre los que no lleva ningún tipo de control. Improvisa según el momento y el asunto al que se enfrenta. Las demás la consideran una incompetente. Muy mirada con el dinero, su marido es comercial y ella no trabaja. Tiene un hijo de 6 años.
Elvira Cuadrupani es Manuela Domínguez, la “súper organizada”
Ejecutiva de empresa y muy disciplinada, se escapa del trabajo diez minutos para ir a buscar al niño por consejo del psicólogo (para reforzar la figura materna), aunque siempre está agobiada por los horarios y nunca llega puntual. Es un mujer elegante, pero desenfadada.
Trabaja en una empresa multinacional y maneja las nuevas tecnologías con soltura. Tiene 2 hijos, uno de ellos de 7 años y modelo publicitario. Manuela compagina el trabajo con las actividades extraescolares de su hijo, pues está convencida de que su niño llegará lejos por lo que le gusta presentarlo a todo tipo de castings. Tanto ella como su marido están obsesionados con tener un hijo perfecto.
Carmen Gutiérrez es Encarna Villar, la madre “preocupada”
Encarna es un mujer clásica, insegura y algo hipocondríaca, que siempre está en alerta. Su marido y ella son muy protectores con el niño hasta el punto de llevar encima el botiquín.
Preocupada por la nutrición, es muy observadora con todo lo que haga referencia a la alimentación de los niños. Es una madre muy dispuesta que se ofrece para todo. No le gusta criticar y respeta mucho la opinión de las demás. Su marido trabaja en un banco y su hijo tiene 6 años.
María Lanau es Rosa Solano, la madre “bien situada”
Tiene una posición privilegiada, pero no alardea de su nivel ni repara en que las demás no tienen lo que ella. Combativa y segura de sí misma, suele tomar la iniciativa. Sabe que la critican pero no le importa, tiene sentido del humor y es un punto frívola. Su marido es empresario e inversor millonario. Tienen una hija de 6 años. Rosa siempre viste a la última, de marca.
Raquel Romero es Amparo Ortiz, la madre “cotilla”
Es malintencionada y cotilla, por sistema habla siempre de los que no están, pero todas las demás madres conocen este defecto. Es envidiosa y saca punta a cualquier comentario. Lleva siempre consigo una agenda y siempre está al tanto de todas las actividades del colegio, por lo que siembra el pánico entre el resto de madres con sus informaciones.
Su marido es administrativo de una empresa de transportes y ella carece de estudios. Es autoritaria con su hijo, de 7 años, al que castiga a menudo.
Fernando Gil, uno de los dos porteros de discoteca
La acción tiene lugar en la puerta de una discoteca de alto standing, “People’s”, donde convive clientela madura y pudiente con jóvenes que aspiran a serlo. Es un local con cierta clase en el que es fácil ver a cincuentones con americana y abrigo largo entrar con rubias jovencitas del brazo.
Los porteros son gente que pasan juntos, codo con codo, muchas horas al día. Sus temas de conversación giran alrededor de cosas triviales, aunque para ellos sean asuntos trascendentes. Hieráticos, en el trabajo nunca levantan la voz, lo resuelven todo en el mismo tono.
Paco Churruca es Ricardo
Ricardo es el portero más veterano, bien entrado en los 40, lleva más de 20 trabajando como portero de noche. Es la voz de la experiencia, nunca pierde los nervios y se encarga de hablar con los clientes más antiguos e influyentes. Conoce a todo el que es alguien en el mundo de la noche. Está casado por segunda vez y tiene un hijo de cada matrimonio. Instruye a su compañero sobre la vida.
Fernando Gil es Charly
Es el portero más joven, en torno a los 30 años. Menos reflexivo, prefiere resolver las cosas por la vía rápida. No es “chulo” en sus formas, pero sí en su fondo.
No tiene un criterio definido para dejar pasar a la gente a su local, depende de su estado de ánimo. Es inseguro en sus relaciones personales por lo que pide siempre consejo a su compañero sobre cualquier asunto.