El director de Al filo de lo imposible, Sebastián Álvaro, y el director de Programas Culturales de TVE, Samuel Martín Mateos, presentaron hoy la nueva temporada del espacio de La 2.
Martín Mateos ha destacado el peso del programa en la cadena, y lo ha definido como “una de las series emblemáticas de Televisión Española, que una vez más ofrece a los telespectadores la oportunidad de recorrer el planeta en mil y una aventuras”.
Álvaro, por su parte, afirmó que “'Al filo' aspira a convertirse en un clásico, que no es sinónimo de antiguo sino lo que demuestra un valor permanente con el paso del tiempo”. El director del programa apuntó también que esta serie cumple con “el objetivo que debe marcarse una televisión pública”.
Después de 25 años y 186 expediciones en Televisión Española, “Al filo de lo imposible” rinde homenaje a la aventura y a la belleza de los paisajes salvajes de la Tierra a través de historias instructivas y entretenidas.
Las cumbres dominadas por nieves y silencios del Himalaya, las aguas bravas del Nilo, los tres últimos “ochomiles” de Edurne Pasabán, la ruta de la seda, el Pirineo, el Amazonas... son algunos de los protagonistas de los 26 nuevos documentales de 'Al filo' que comienza este domingo en La 2 de TVE.
“Ha cambiado el panorama deportivo de nuestro país”
El director del programa ha apuntado también que “Al filo ha cambiado el panorama deportivo de nuestro país: dos de las catorce personas que han conquistado todos los ”ochomiles“ son españolas”.
En este sentido, Sebastián Álvaro ha destacado el esfuerzo que está haciendo Edurne Pasabán para convertirse en la primera mujer del mundo en conquistar las cimas más altas del planeta, “con el apoyo, el espíritu de equipo y los valores que promocionan TVE y Al filo, y que ví, por ejemplo, en la Selección Española de Baloncesto”.
La nueva temporada se compone de nuevos documentales dedicados a la alta montaña, el piragüismo, la espeleología, el vuelo libre, el buceo… Son trabajos diferentes con un denominador común: la pasión por la aventura y la profunda convicción de que, como ha dicho Sebastián Álvaro, “nada es imposible, porque lo imposible, como la utopía, retrocede cuando se intenta”.