Que la fuerza les acompañe, porque la carrera es más galáctica que la de los
blancos y rojiblancos juntos, mientras que el guión supera los sueños más
surrealistas de George Lucas. En solo quince días, TVE ha conseguido lo que
a «La guerra de las galaxias» le ha costado casi tres décadas: que la
Primera pase a ser la cuarta. No solo van por detrás de las privadas -algo
ya habitual-, sino también de la Forta, que no llega a toda España. Peor
aún, entre la Primera y La 2 (que en rigor debería llamarse La Sexta)
acumulan menos audiencia que Telecinco. Ni a ese clavo pueden agarrarse ya
los responsables del Ente, envueltos en «La venganza del share». Ojalá el descalabro sirva para que Televisión Española asuma su lugar en la
galaxia y empiece a funcionar como servicio público. Hasta ahora las
aportaciones han sido ridículas, con los sabios más olvidados que Han Solo.
Ni los telediarios vencen ya, las telenovelas hacen lo que pueden, el ensayo
en la telerrealidad («Préstame tu vida») divierte por grotesco, sus
concursos no duran ni un mes en la Primera («El enemigo en casa» es su
profético título) y el cine parece programado por Darth Vader: lucha contra
su propio hijo, La 2, y su espada solo brilla de noche. Puestos a perder,
pierdan con dignidad, que les producimos la película.