Aventurar números en un acontecimiento como éste siempre es muy complicado, pero los analistas de medios de comunicación señalan que entre 2 y 3 mil millones de personas siguieron el funeral y entierro del Papa Juan Pablo II por televisión en todo el mundo. La cobertura periodística de las exequias del Sumo Pontífice superó largamente la que se organizó con motivo de los atentados terroristas del 11 de setiembre en los Estados Unidos. Para compararlo con otros acontecimientos globales, los funerales tuvieron mucha más cobertura que la reelección del presidente norteamericano George W. Bush o la guerra en Irak. El funeral del Papa se convirtió en un gran espectáculo televisivo, a la altura de un Papa que supo aprovechar los medios de comunicación para difundir su mensaje. Un escenario impresionante, la Plaza de San Pedro, digno de las grandes superproducciones, podía haber sido pensado por un ambicioso productor de Hollywood. Una liturgia cuidada hasta el último detalle y unos rituales, trajes y puesta en escena impecables. La presencia masiva de Reyes, Presidentes de gobierno y primeros ministros, elegantemente ataviados, como figurantes de primer nivel, contribuía a darle ese tono de gran espectáculo televisivo, único e inimitable. ¿En que funeral se han reunido 170 delegaciones oficiales, diez monarcas reinantes, 86 Jefes de Estado y de Gobierno y 3 príncipes herederos, además de presidentes de parlamentos, ministros y todo el cuerpo diplomático? La televisión pública italiana desplegó 60 cámaras, de las que 22 estaban en la plaza de San Pedro. La cadena utilizó además un helicóptero hasta que el cielo de Roma se convirtió en zona prohibida por motivos de seguridad. La cobertura en España TVE, la solemnidad. Lorenzo Milá y Ana Blanco fueron los conductores de la retransmisión de la televisión pública española. Los dos, ubicados en la terraza que les ha acogido a lo largo de toda la semana en Roma, daban paso a los comentarios del corresponsal Ángel Gómez Fuentes y al especialista en la liturgia, que comentó los detalles de una ceremonia compleja que requería “saber latín” y conocer los entresijos de una liturgia muy sofisticada. La 2 también conectó con la retransmisión puntualmente. Antena 3, tono tranquilo y reflexivo. Montserrat Domínguez fue la encargada en la cadena de Planeta para comentar los acontecimientos de la plaza de San Pedro. Asumió una retransmisión de tres horas sabiendo pasar al segundo plano cuando mandaban las imágenes, repartiendo juego entre dos de sus tertulianos habituales y tres excepcionales: el director de la revista «Ecclesia», el experto en protocolo, José Luis Sampedro, y el corresponsal de la cadena en Roma, el veterano Antonio Pelayo. La retransmisión del funeral, con una cuidada traducción simultánea, se alternó con reflexiones y comentarios sobre lo que estaba sucediendo en Roma. La crónica de ambiente llegó desde Roma de la mano de Roberto Arce. Telecinco, el frenesí. Telecinco aprovechó su espacio «La mirada crítica» para cubrir el funeral del Papa, y eliminó el programa de Ana Rosa Quintana. Angels Barceló e Hilario Pino, desde Roma, se hicieron cargo de la retransmisión, que no contaba con terraza, como TVE y Antena 3, pero que posiblemente tampoco la necesitaba. Vicente Vallés, desde Madrid, complementó los comentarios de Roma. La señal de la RAI y la de la televisión vaticana se alternó con imágenes propias. Por la mañana, Telecinco fue la única cadena que conectó en directo con Cracovia. La cobertura en EEUU En Estados Unidos, las principales cadenas realizaron una extensa cobertura en directo. En plena madrugada, las principales cadenas de televisión generalistas -CBS, ABC y NBC- se sumaron a los canales informativos especializados de cable -CNN, Fox News y MSNBC- y a las emisoras en español -Univisión y Telemundo- en la retransmisión en directo de la ceremonia. Por primera vez en muchos años faltaron a las citas de la CBS y ABC dos veteranos de los informativos que han estado siempre en el punto donde se ha producido una noticia en los últimos años: Dan Rather se retiró el mes pasado como principal anfitrión de la CBS, que confió sus comentarios a Harry Smith; en la ABC tuvieron que pasar sin Peter Jennings, aquejado por un cáncer de pulmón. Todas las cadenas recurrieron a traductores para cubrir la misa celebrada principalmente en italiano, pero estaban perdidas cuando se hablaba en otros idiomas. “Tenemos intérpretes de latín e italiano”, dijo Charles Gibson, de ABC. “Para los demás idiomas, tendrán que arreglárselas por ustedes mismos”. La falta de experiencia en la transmisión de funerales jugó malas pasadas a algunos de los comentaristas americanos. Katie Couric, de la NBC, no pudo resistir la tentación de hablar sobre los aviones de combate de la OTAN durante la letanía de los santos. No faltó nadie: desde los canales de información continua a los árabes Innumerables canales de televisión del mundo entero, muchos de ellos de países sin ninguna tradición católica, modificaron su programación. Los canales internacionales de información continua, como CNN, BBC World y Sky News, dieron el funeral íntegro y en directo. En España hizo lo mismo CNN +. En el mundo árabe, las cadenas de televisión por satélite Al-Jazira (Qatar) y Al-Arabiya (Emiratos Arabes Unidos) realizaron una amplia cobertura de la ceremonia fúnebre, también retransmitida íntegramente por Abou Dhabi TV (Emiratos) y la TV siria por satélite. En Irak, la televisión pública Al Iraqiyah transmitió la ceremonia en directo, recordando que el papa se opuso a la guerra en el país. El funeral se vió en directo en África, por canales del Congo, Costa de Marfil y de Nigeria. En Guinea Ecuatorial, la televisión retransmitió la ceremonia en diferido. En países tan lejanos entre sí como Filipinas y México, o Bolivia y Corea, millones de personas siguieron el sepelio, pese a que el horario no era el más adecuado. Una mención para el canal monegasco TMC. Su programación habitual fue modificada desde el miércoles a raíz del deceso de Rainiero, pero ayer hizo una pausa en el homenaje para transmitir el sepelio de Juan Pablo II. La gran excepción a esta retransmisión universal fue China. La Televisión Central del país asiático no transmitió el funeral y la mayoría de los otros medios estatales tampoco emitió imágenes de la ceremonia en Roma. El funeral también pudo ser seguido a través de internet. Yahoo y Terra lo transmitieron íntegramente en directo.