Anunció que iba a la isla porque era una persona ganadora y quería ganar. Dicho y hecho. En la última entrevista con Jesús Vázquez, la ya ganadora de Supervivientes María José ha reconocido que quería ganar sólo por saborear el éxito, que el dinero le daba exactamente igual. Al final, se ha llevado el máximo galardón en una apurada votación con Déborah, su rival en el último lance, informa Telecinco.es.
La gala final de Supervivientes fue la segunda opción de la noche dominical (19.1% y 2.095.000 espectadores), por detrás del Motociclismo en La 1 (22.4% y 3.087.000).
María José ha sido una de las concursantes más sorprendentes de las últimas ediciones de Supervivientes. Encuadrada en el grupo de los anónimos desde el inicio del reality, no tenía una fama detrás que respaldase su popularidad, pero desde el primer día supo hacerse un hueco en el corazón de los espectadores.
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La concursante se alzó ganadora en la gala del reality de Telecinco que la cadena emitió ayer en el horario de máxima audiencia. Con un 19.1% de cuota media y 2.095.000 espectadores, su emisión se convirtió en una de las más vistas de esta edición, y se repartió el liderazgo de la noche junto a la carrera de Moto GP en Estados Unidos (La 1).
La “revolucionaria” Nerea no le ganó el pulso
La forma de actuar de la ganadora le granjeó numerosos enemigos desde el inicio. La primera que se negó a seguir sus órdenes fue la donostiarra Nerea. La camarera intentó iniciar una revolución en contra de María José, pero fracasó. Todo el grupo le dio la espalda y la expulsó. Tuvo que irse a vivir con los famosos.
Con Bea “La legionaria” llegó a los insultos
Más adelante, llegaron los problemas con Bea. Ambas se enzarzaron en una serie de discusiones muy agresivas sobre quién debía hacer la vigilancia del fuego.
Bea empleó palabras soeces en sus reproches y sus tristemente célebres frases hechas para sacar de quicio a María José, que llegó a pedir la intervención de la dirección del programa porque había situaciones que no estaba dispuesta a soportar.
Rafa Mora
sacó su lado más machista con María José
De La Legionaria, al vigilante de seguridad. Se enfrentó a Rafa Mora, que según ha dicho tras salir de la isla, pretendía borrar su imagen de machista de la memoria de los espectadores en este concurso.
Plantó cara al valenciano y el enfrentamiento se fue fraguando día tras día, subiendo de tono por momentos. Acusaciones de robo, la desaparición de un chubasquero de Rafa Mora y dilucidar quién había tocado unas cazuelas cuando no debía, les llevaron a una disputa en plena noche en la que casi llegan a las manos.
Tal fue el choque que la dirección del programa permitiño al hijo de María José, Arkaitz, intervenir desde Madrid en la siguiente gala para poner algo de orden. Algo que no había ocurrido jamás en este concurso. Durante dicha pelea, María José llamó “baboso” a Rafa y éste se pensó que el adjetivo quería decir que la miraba con deseo.
Beatriz Trapote tampoco pudo con el apoyo de la audiencia
Pasado el ecuador de Supervivientes, María José se las vio y se las deseó para contener los ataques de Trapote. Fue bastante habitual que la reportera tergiversara las palabras de María José y la metiera en líos sin esperarlo, pero cuando más desesperada estaba la ganadora de Supervivientes, la audiencia le dio el espaldarazo definitivo y expulsó a Trapote.
En la recta final, los roles de cada uno estaban claros. María José era la mejor aliada de Parri, junto a quien pudo disfrutar de la victoria de la selección española en el Mundial de Sudáfrica -otra excepción nunca vista hasta ahora en el concurso- y el resto de chicas no la tragaban. Empezando por Déborah, que la nominó cuando entre los anónimos existía el pacto de 'no agresión' mientras hubiera famosos en liza.
Parri, su único apoyo al final
Hasta se llegaron a hacer chistes con María José de protagonista por un objeto de forma fálica que Trapote encontró en el agua. Malena Gracia y Sonia Arenas, destacadas por no buscar pelea en el concurso, también se quejaron de María José. La ganadora sólo se ha quedado con un amigo, Parri, que ha sido su gran apoyo en la dura recta final del concurso.