Arrancó el primer 'Límite 48 horas' de 'GHVIP4' -con algunas quejas por el concepto 'límite' cuando aún no hay nominados- con Jordi González como conductor y los defensores de los concursantes en plató. Las lágrimas de Julián Contreras por el recuerdo de su madre, los primeros rifirrafes y flirteos y el cambio de mecánica en las nominaciones fueron los protagonistas de la noche.
Alteración de la mecánica en las nominaciones: solo los esclavos y con calambrazo
Los concursantes no consiguieron superar la primera prueba semanal y como castigo recibirán un euro al día para comer y los faraones no podrán nominar. Esta última decisión del programa, que altera la mecánica del concurso, generó cierto malestar en las redes:
Pero la prohibición de nominar del grupo de los faraones no ha sido la única novedad en la mecánica: Jordi González anunciaba que esta semana se añaden los calambrazos. El próximo jueves, cada concursante esclavo entrará al confesionario y al compañero que nomine recibirá una pequeña descarga eléctrica.
De esta forma los habitantes de la casa sabrán quién les ha nominado pero no estarán seguros de cuántos puntos han recibido.
Alegatos para todos los gustos
Para no salir nominados desde la primera semana, los concursantes han hecho su alegato personal intentando convencer a sus compañeros para continuar conviviendo en la casa de Guadalix.
Uno de los más esperados era el de 'El Pequeño Nicolás' al que queríamos ver con su oratoria en plena acción. El joven aseguró que “no se me da muy bien venderme a mí mismo”.
El más divertido fue el alegato de Sema en el que pedía seguir en el reality para continuar adelgazando.
Julián Contreras fue el más emotivo, se le atascaron las palabras y hasta consiguió que el resto de compañeros se compadeciera de él.
Rosa Benito aseguró que quería seguir aprendiendo de la gente joven y Raquel Bollo, tiró de humor, alegando que no quería volver a hacer la maleta que tanto le había costado.
Liz, el objetivo de todos los flirteos
Además de alegatos y peleas durante la primera semana de convivencia, tampoco han faltado los incipientes flirteos de algunos de los habitantes de la casa. Parece que entre los hombres la que más suspiros causa es Liz. La dominicana ha conseguido que el pequeño Nicolás (ahora Fran) le haga ojitos y que Carlos Lozano quiera alejarse lo menos posible de ella.
Aunque parece que Liz está más interesada en el presentador que en la joven promesa de la política. La concursante le preguntó a Lozano si tenía novia y si veía posibilidades de enamorarse en la casa… Aunque este le respondía que sí tenía pareja, la atractiva joven siguió insitiendo en el tema con mucha sensualidad en sus palabras.