AVISO: SPOILERS

'Sin Identidad' acabó con capítulo de infarto y giro sorpresa

'Sin Identidad' acabó con capítulo de infarto y giro sorpresa

Antena 3 emitió anoche el capítulo final de 'Sin Identidad', en el que María (Megan Montaner) tenía el firme convencimiento de culminar su elaborada y pensada venganza contra Enrique. El episodio se despidió como líder de la noche, con un gran 17,8% de cuota de pantalla.

((Aviso: Spoilers))

Tras encontrar a Enrique en su exilio de lujo en México, María logra ponerle entre la espada y la pared y llevarle a una playa desierta en la que solo están ellos dos.

Allí, pistola en mano, apunta a Enrique a la cabeza dispuesta a matarlo. Pero él tiene una última confesión que hacerle, dejando claro que no lo sabe todo sobre él: “Tu hermana ya te vendió hace 13 años, y ha vuelto a venderte ahora”.

Pese a todo, y a que Enrique le pide que le mate, María le recuerda que Bruno murió en un accidente de tráfico y que él no tuvo reparos en dejar ir a su madre a la cárcel. Por ello, le deja vivo para verle sufrir en la cárcel el resto de sus días.

Viendo cómo María se va y ha dejado la pistola descargada sobre la playa, Enrique intenta rearmarla para disparar antes de que se vaya, pero no le da tiempo, quedándose solo. Aprovecha para llamar a su nieto Quique y despedirse, tras lo cual se suicida.

Completada la venganza, Amparo recibe una llamada en casa del consulado de México, informándole de que Enrique se ha suicidado. Esa comunicación llega minutos antes de que Luisa sea excarcelada tras pagar la fianza. Pero Amparo le deja claro que ella no ha pagado, y que Enrique tampoco ha podido ser porque se ha suicidado en México.

Mientras tanto, María vuelve al despacho de Enrique para encontrar las pruebas que demuestren que su hermana había vuelto a venderla. Y las halla. Allí se reencuentra con Pablo, que la acoge y juntos confirman que Amparo había vuelto a engañarla.

“María lo sabe todo”

María sorprende a su hermana durmiendo, y pese a sus ansias de venganza, al final decide no contarle que conoce lo que ha hecho. Pero Amparo se entera porque el pequeño Quique le explica que se mensajeaba con el abuelo Enrique, y que le había mandado un mensaje para ella: “María lo sabe todo”.

A la vez, María se reencuentra con Luisa, que comparte con ella su alegría por volver a verla y su pena por la situación con Amparo. Las tres juntas van al entierro de Enrique, en el que María intenta hacer ver a Luisa la clase de persona que era su hermano, y en el que Luisa acaba por confesarle que ella no quería adoptarla. Tras la discusión, las dos hermanas se van juntas y Luisa se queda sola.

Su hermana Amparo, nuevo objetivo tras la revelación de Enrique

Tras “acabar” su venganza con Enrique y con Luisa, María empieza a plantear la venganza de su hermana Amparo. Llama por teléfono a la mafia china para avisar de que, lo que sea, se hará esa misma noche, y disimulando se va al salón a brindar con su hermana. Se despiden y cada una va a dormir a su habitación.

Pero Amparo, recordemos alertada por Quique de que María sabía todo, decide anticiparse y se levanta en mitad de la noche. Armada con una pistola, se dirige a la cama de María, y la apunta mientras duerme. Cuando va a disparar, alguien aparece por su espalda y la noquea con un fuerte golpe en la cabeza. Amparo se despierta en la cámara frigorífica de un comercio chino, donde un hombre la informa de que va a trabajar para él como prostituta.

Pablo corre a reencontrarse con María, y consigue que ésta le confiese que ha vendido a Amparo a los chinos. Pablo intenta convencerla de que aunque su hermana ha actuado mal, ella no puede hacerle lo mismo. Tras reflexionar, logra que los dos vayan a rescatar a Amparo. A punta de pistola, se encuentra con el jefe de la mafia que se estaba ya llevando a su hermana, y logra detenerlo. Pero para evitar que se la lleve, tiene que pagarle una buena suma de dinero.

Tras haberla rescatado, los tres se van a casa, donde María le cuenta a Amparo que por ella habría sido explotada por los chinos. Amparo pide perdón, y le explica que no lo hizo por dinero, sino por su hijo. Pero María no se ablanda, y le explica que todo el dinero de Enrique ha sido embargado, incluido el de las clínicas. Por lo tanto, dejará vivir a Amparo, pero tendrá que empezar desde cero sin la fortuna.

La propia María aconseja a su hermana que se vaya a vivir al pueblo, porque es lo único que le queda. Y eso mismo es lo que se ve obligada a hacer Amparo. Tras recoger a Quique, le cuenta que tienen que trasladarse. El niño hace ver su descontento, y la dice que va a odiarla toda la vida. Esa será otra condena de Amparo.

María decide ser feliz junto a su hermana pequeña y Pablo

Por su parte, el final de María es casi idílico. Completada su venganza, ella decide iniciar una nueva vida junto a Pablo y a su hermana pequeña. Se les puede ver felices en su casa, paseando por Madrid... ¿Pero es el final de tanta venganza?

La venganza interminable: años después, Quique vuelve a por lo que era suyo

Los 3 minutos finales del capítulo nos trasladan a Zurich, 6 años después de que María culminase su venganza. Quique, el pequeño nieto de Enrique e hijo de Amparo y Bruno, ya es un hombre de negocios que nunca olvidará lo que le ocurrió a su abuelo y al legado de la familia Vergel.

Por ello, Quique está dispuesto a recuperar el dinero que aún queda en Suiza para iniciar su propia venganza contra aquellos que acabaron con la vida del familiar al que más quería. Así se cierra el círculo de la venganza.

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