En 1994, cuando 'Melrose Place' emitía su segunda temporada y era una de las series revelación, el artista y profesor Mel Chin se fijó en una escena de Heather Locklear - que interpretaba a Amanda Woodward- en un museo y pensó que esa ficción sería perfecta para mostrar arte políticamente comprometido e insertarlo en las mentes de los espectadores.
El artista se puso en contacto con Deborah Siegel, encargada de los escenarios de la serie, y la propuso enviarle obras de arte, creadas ex profeso para 'Melrose Place' con mensajes codificados sobre temas como la política exterior estadounidense, el aborto, el alcoholismo o la tenencia de armas. La trabajadora aceptó el trato y así empezó uno de los experimento más extraños y masivos con la ficción y que estos días recoge SModa.
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Mensajes subliminales sobre el aborto, preservativos, filosofía y derechos humanos
Algunas de ellas mostraban lo siguiente:un poster de la oficina de Amanda imitaba a la publicidad del vodka Absolut, pero en realidad reflejaba un cráter en el edificio Alfred P. Murray, el escenario de la matanza de Oklahoma que mató a 168 personas, el mayor acto de terrorismo (doméstico, en este caso) en suelo estadounidense hasta el 11-S.
El Doctor Peter Burns (Jack Wagner) dormía en sábanas con un estampado formado por condones desenrollados –desobedeciendo las normas de la FCC, organismo que censuró por ejemplo el pezón de Janet Jackson en la Superbowl, y que prohibía mostrar preservativos en televisión–.
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Alison Parker (Courtney Thorne-Smith) se quedaba embarazada, y en una escena aparecía abrazada a una manta bordada, que al hacerle zoom podían verse los símbolos químicos representando la RU-486, la píldora del día después.
También se hacía 'inserción de objetos', como en un capítulo en el que Mancini (Thomas Calabro) va a un motel barato y el recepcionista está leyendo Libidinal Economy, una obra del postestructuralista francés Jean-François Lyotard.
Kimberley también estuvo metida en el experimento sin saberlo, en otra escena sostenía un recipiente de comida china para llevar en el que se leía en chino: “Derechos Humanos” y “Protesta y caos”, en referencia a los hechos de la plaza de Tiananmen.
También se incluyeron en la serie, unos paisajes aparentemente apacibles pero que representaban localizaciones de actos violentos sucedidos en Los Ángeles, como la casa en la que murió Marilyn Monroe, el hotel Ambassador donde dispararon contra Robert F. Kennedy o el chalet de Nicole Brown-Simpson.
Así se realizaban las obras
Fueron hasta cien artistas de la GALA Committee (por GA, Georgia, donde residían muchos de los participantes, alumnos de Chin, y LA, Los Ángeles) los que hicieron obras para la serie de Aaron Spelling y las colocaron de manera subliminal en escenas que se emitieron desde 1995 y hasta 1997.
Los espectadores nunca supieron nada, pero es que el propio Spelling tampoco tenía la más mínima idea. Aún así, los artistas que producían las obras trenían acceso a los guiones antes de grabar los capítulos para hacerse una idea de dónde colocar su arte.
Finalmente, The New Yorker publicó un artículo sobre el experimento y ese fue el momento en el que el creador fue consciente de lo ocurrido. La respuesta de este fue positiva ya que le gustó que se hablara de su ficción en un contexto artístico y solo pidió que “no hiciesen nada que dañase la serie”.
Obras expuestas en la actualidad
En la actualidad, y hasta el 27 de noviembre, un centenar de aquellos trabajos se expone en los Red Bull Studios de Nueva York, en una muestra titulada Total Proof que ha vuelto a sacar a la luz aquella operación encubierta que se bautizó como The Art is in The Place.