EEUU

Los internautas tendrán que pagar por ver “Gran Hermano 2”

El jueves 5 de julio Big Brother 2 dio su pistoletazo de salida en la cadena CBS. Una de las novedades con las que se presenta es que si los navegantes norteamericanos quieren ver la segunda edición de este concurso deberán pagar unas 2.000 pesetas al mes. Aquellos que quieran seguirlo las 24 horas del día a través de Internet, los usuarios deberán suscribirse al servicio Gold Pass de Real Networks. Esto es posible gracias al acuerdo suscrito entre la CBS y Real Networks. Con esta iniciativa, la compañía norteamericana completa su oferta de suscripción que por 2.000 pesetas incluye un servicio de radio a la carta, retransmisiones deportivas y chats en exclusiva con estrellas de Hollywood. Si sólo se desea seguir Big Brother 2 el precio asciende a 4.000 pesetas durante los tres meses que dura el concurso. “Real Networks ya ha podido comprobar que los usuarios están dispuestos a pagar por algunos contenidos en la Red”, ha afirmado Mark Hall, vicepresidente de programas de esta compañía. Según Hall, este tipo de programas es muy interesante porque su interés va más allá del prime time, “por eso estábamos interesados en trabajar con la CBS, a fin de estudiar el modo de crear ofertas que vayan más allá de los horarios de máxima audiencia”. El servicio es gratuito hasta el 8 de julio. A partir de esa fecha, los que quieran seguir esta segunda edición norteamericana deberán elegir su modelo de suscripción. Mejorar la primera edición Vuelve Big Brother a las pantallas norteamericanas, después del fracaso de la anterior edición. A los americanos encerrar a doce personas en una casa sin contacto con la realidad y controladas por cámaras pareció no pillarles muy de sorpresa. Concursos como Real World en MTV ya se habían adentrado en ese terreno años antes de que Endemol aterrizara en este país con su producto estrella. La única novedad que aportó la primera edición de Big Brother era el directo. En la anterior temporada se le tachó de ser un barato ejercicio de voyeourismo y para salvar la audiencia, Endemol ofreció un premio de casi diez millones de pesetas para el concursante que lograra ligarse a la nueva habitante, una despampanante rubia. Según Arnold Shaphiro, productor de esta nueva edición, “se trata de un nuevo show que nada tendrá que ver con el anterior. La duda es si la audiencia nos dará una nueva oportunidad”.

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