Una humilde casa situada en una de las calles más populares de una ciudad. Llaman a la puerta. Un hombre abre y se encuentra con una mujer que le dice: “¡Sorpresa, traemos un regalo para usted!”. Es la presentadora del programa, Shaima Emad Zubair. Detrás de ella, un grupo de hombres comienza a descargar de una furgoneta una lavadora, una nevera, un televisor, un sofá y otros muebles. “¡Menuda sorpresa! ¡No me lo puedo creer!”, exclama el hombre. “Todo esto es para usted y su familia, porque queremos compensarle por la pérdidas sufridas”, dice la presentadora. Esta escena, que recuerda al ya mítico “Sorpresa, sorpresa” de Isabel Gemio, forma parte en realidad de “Labor and Materials”, el primer reality show que emite la televisión iraquí. Durante seis semanas, el programa utiliza la fórmula de los “home improvement shows” (programas de transformación de vivienda), que tan de moda están actualmente en las televisiones de todo el mundo, para reconstruir las casas de Bagdad y otras ciudades iraquíes devastadas por las bombas estadounidenses. “El objetivo del programa no es sólo reconstruir la casa, sino también mostrar el cambio psicológico que experimenta la familia durante la recuperación de sus viviendas”, comenta Ali Hanoon, director del programa, a la revista Christian Science Monitor. La idea es sencilla. El programa selecciona a una serie de familias cuyas casas hayan sido destruidas en la guerra para ayudarles a reconstruirlas y hacerlas habitables de nuevo. El programa se financia con el dinero de los espectadores, que responden a un mensaje que se emite al final del programa. Estas donaciones forman parte del denominado zakat, la quinta parte de los ingresos anuales que todos los musulmanes están obligados a destinar a causas benéficas. Los iraquíes están enganchados a “Labor and materials”, que se emite todos los viernes por la noche en la primera cadena privada del país, Al Sharqiya TV, propiedad del único magnate de la comunicación iraquí, Saad Bazzaz, residente en Londres. Uno de los momentos con los que más disfruta la audiencia es cuando se muestra por primera vez la casa ya rehabilitada y la familia llora de alegría. Curiosamente, el programa está producido por algunos ex miembros del ya desaparecido Ministerio de Información del Gobierno de Saddam Hussein. Hasta ahora, los espectadores han visto la reconstrucción de dos casas. Cada una de ellas ha costado 28.000 dólares. Es un programa caro, por lo que la cadena se está planteando intercambiar las donaciones por publicidad.