Todo hay que decirlo. El programa de ayer fue de lo más entretenido que se ha podido ver en Gran Hermano. Y eso se ha notado en la audiencia, ya que la gala fue seguida por 7.488.000 personas, con un 48,8 por ciento de cuota de pantalla. El día transcurrió entre los nervios propios de una jornada de expulsión y la publicidad encubierta pero descarada. En la recta final del concurso, algunos que parecían tan inmutables, como Fran, se revolvían inquietos por si acaso fuera él elegido para abandonar la casa. Eso sí, ayer más que nunca insistió con el Muleto. Y mientras tanto la organización aprovecha por todos los medios quemar los últimos cartuchos publicitarios. El de ayer se trataba de ponerse una camiseta de una web musical, otra de viajes de la productora Zeppelin, o jugar con un modelo de Game Boy que todavía no se ha comercializado. Y comenzó el programa, todos engalanados de traje de noche. Las previsiones se cumplieron. Con un 65 por ciento de los votos, el vasco tuvo que abandonar la casa (ver vídeo)con el fondo de un Ángel que se vio bastante afectado. Con el tiempo justo para despedirse, el programa comenzó a tomar tanta velocidad que casi hacían olvidar a la audiencia la reciente eliminación. ¿Sorpresa Sorpresa o Gran Hermano? La sorpresas comenzaron con Ángel a quien le pusieron un vídeo sobre las fallas en el confesionario, mientras su hermano gemelo se paseaba por la casa. Pero Sabrina, que seguramente tiene bien trillado el rostro del de Alicante, lo caló al momento. Ángel no se lo creyó cuando se lo contaron y cuando lo volvieron a llamar al confesionario, ahí se encontró con su propio clon, con el que pudo hablar un momento por videoconferencia (ver vídeo). A Sabrina le tocó calarse una especie de casco para ver un mensaje de una amiga suya. En ese intervalo de tiempo, su compañera se hizo una foto sin que la malagueña lo supiera y se la dejó debajo del sillón. Por su parte, Mari pudo charlar por teléfono con sus hermanas y verlas un momento a través de uno de los cristales. Y finalmente, Fran pudo hablar con un personaje que lleva camino de ser más famoso que el de Barcarrota (ver vídeo). El Muleto se encontraba “en el platón”, como decía él mismo, y fue bastante gracioso ver a los dos diciendo “pozí”, mientras Fran contaba los dientes de su amigo, diez en total. Y después de dudar si aquello era Gran Hermano o el Sorpresa Sorpresa, el programa volvió a tomar la dinámica de siempre y los concursantes volvieron a nominar. Las votación al azar de Fran hizo que los cuatro habitantes que quedan ya en la casa salieran nominados. En definitiva, quizá la gala de ayer fuera la excepción que confirme la regla de que esta edición de Gran Hermano es bastante soporífera. Más vídeos y noticias en el especial Gran Hermano elaborado por Latino Televisión.
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