El Gobierno italiano aprobó un proyecto de ley sobre los derechos televisivos del fútbol, por el que se vuelve a la negociación colectiva a partir de julio de 2007 y pone fin a gestiones individuales que favorecían a los clubes más poderosos.
La nueva legislación sobre los derechos de retransmisión de partidos de fútbol busca distribuir de manera más equitativa y uniforme, entre los clubes el dinero procedente de la televisión. Establece que al menos la mitad de los beneficios obtenidos se dividan a partes iguales entre todos los clubes y que el resto se reparta según la audiencia y los resultados de los encuentros. El proyecto también establece que las compañías no podrán adquirir derechos de televisión para después revenderlos.
Esta reforma se lleva a cabo tras el escándalo de corrupción de la pasada primavera, que provocó que tres de los clubes más importantes de Italia (Juventud, Lazio y Florentina) fueran relegados a categorías inferiores por su implicación en el asunto.