En el año 2007, José Luis Moreno sufrió un robo en su casa mientras él estaba dentro, y los ladrones le propinaron una paliza que acabó con él en el hospital durante varios días. La banda fue detenida un año después, y puesta luego en libertad por un error judicial.
Nueve años después, este mismo lunes 7 de marzo, el productor ha sido protagonista de otro robo que, por suerte, esta vez se ha quedado solo en un susto gracias a las medidas que adoptó tras el primero.
Según explica el diario El Mundo, el empresario instaló un vallado perimetral dotado de sensores de última generación que esta vez le permitieron saber que algo ocurría sobre las 22:30 horas de ese día en el exterior de su casa, situada en la urbanización Monte Encinas de la localidad madrileña de Boadilla del Monte.
La Guardia Civil explica que Moreno los ahuyentó “sin ningún tipo de temor”
Moreno salió entonces al exterior de su casa por la parte de la piscina, y según la Guardia Civil “sorprendió a los dos intrusos y se encaró con ellos sin ningún tipo de temor”. Esta reacción, sumada a que otras personas que estaban en ese momento en la casa con el productor también salieron, hizo que los ladrones huyeran.
Fruto de esa huída, uno de los asaltantes perdió el botín que habían conseguido en otro chalé de la misma urbanización, donde sí lograron su objetivo.
Tras lograr ahuyentarles, Moreno llamó rápidamente a la Guardia Civil para explicar lo ocurrido. Según consta en el informe del Instituto Armado que recoge el citado medio, los ladrones emprendieron la fuga a pie en dirección a la carretera M-516 de Boadilla. Eran hombres de complexión fuerte y altos: uno de ellos de 1,80 metros y otro de 1,85, aproximadamente.
No lograron apresarlos pese a establecer un dispositivo de búsqueda
Aunque se montó un dispositivo y se estableció un cordón en el área próxima, la Guardia Civil no logró dar con ellos. En la casa de Moreno pudieron ver que cortaron la valla perimetral con alguna herramienta eléctrica. También descubrieron en el interior de la parcela numerosos dólares, billetes de 50 y 100 euros y varias joyas.
La teoría es que los ladrones no sabían de quién era la casa, puesto que no intentaron desactivar los sistemas de seguridad y alarma.