Los jóvenes que ven muchos programas de televisión con alto contenido sexual son el doble de propensos a tener relaciones sexuales que quienes apenas los ven, según un estudio que publica esta semana la revista Pediatrics. La investigación, dirigida por la psicóloga Rebecca Collins de la compañía Rand, analizó los hábitos televisivos y la actividad sexual de un total de 1.792 adolescentes, de 12 a 17 años de edad, a lo largo de doce meses. Según los expertos, los jóvenes que veían muchos programas con alta carga erótica eran más propensos a completar el acto sexual o a introducirse en prácticas como el sexo oral. El trabajo no plantea la posibilidad de que los adolescentes que tienden a ver más sexo por TV probablemente lo hagan porque tienen un interés previamente determinado en el tema, lo que los podría llevar, además, a ser más precoces. Los científicos no hallaron diferencia entre los programas en los que el sexo se mostraba en imágenes y aquellos en los que tan sólo se aludía o debatía. “Ambos tipos de programas afectan la percepción de los adolescentes acerca de lo que es un comportamiento sexual normal y estimulan su propio comportamiento sexual”, explica la psicóloga Collins, quien agrega que “fue chocante el avance en la precocidad sexual que vimos entre los adolescentes que veían mucha programación de contenido erótico”. Los adolescentes de 12 años expuestos a ese tipo de programas mostraron un despertar sexual similar a los de catorce o quince años que vieron poca televisión de contenido sexual. Según Collins, “el impacto de lo que se ve en televisión es tan grande, que incluso un pequeño cambio en el contenido sexual de lo que ven los adolescentes podría tener un efecto sustancial en su comportamiento sexual”.