Lola Baldrich vuelve a ejercer la medicina. Si en los 90 fue la enfermera de Emilio Aragón en “Médico de familia”, ahora es ella quien toma las riendas de la salud de Héctor en “El Internado”.
La actriz explica cómo es Lucía, el personaje que interpreta en esta quinta temporada y habla sobre su infancia como “una niña normal, ni demasiado mala ni demasiado buena”, en una entrevista concedida a Antena 3.¿Cómo es Lucía, el personaje que interpreta en “El Internado”?
Es una profesional altamente cualificada, una médica muy inteligente que tiene varias especialidades y llega para tratar a Héctor de una rara enfermedad.
¿Cómo es su llegada a La Laguna negra?
Como la de cualquier médico que llega a un sitio: normal, profesional y cálida. Ella tendrá buen feeling con Héctor y se llevarán muy bien, pero sin más. Luego no sé si terminará en una relación más allá pero, de momento, sólo hay buen rollo entre ellos.
¿Con qué otros personajes va a tener relación?
Tiene bastante trato con Jacinta porque Héctor y la gobernanta son muy amigos, luego no sé si tendré algún pique o tira y afloja con el resto de mujeres del internado. Con el resto -niños y jóvenes- tengo poca relación por ahora.
¿Puede definirnos a Héctor?
Cuando antes veía la serie como espectadora, me parecía un personaje cuyo pasado está por ver pero que le ha marcado muchísimo y ahora, cuando estoy trabajando con él, me hace sentir que es un personaje super sensible.
Es muy fácil caer en sus redes amorosas gracias a esa faceta, está muy preocupado por la gente que quiere. Además, esta temporada afronta una enfermedad que se supone terminal con una entereza que hasta a una doctora acostumbrada a ver casos parecidos, le sorprende.
Como espectadora, ¿qué era lo que más le gustaba de la serie?
La atmósfera, la luz, la banda sonora, la capacidad para reinventar el miedo, el susto, el último giro de tuerca que no es fácil porque se puede caer siempre en lo mismo. Con esos cambios de guión y esos finales ha conseguido mantener a la gente sin aburrirse.
Ya fue enfermera en “Médico de familia”, ¿cómo se sienta ahora de médica?
Me encanta, soy hija y hermana de médico y lo tengo muy cercano. Veo el fonendo, el tensiómetro, jeringuillas, tratamientos, anotaciones o algodones y es cómo he vivido tanto tiempo en casa. Ya que no he seguido la tradición, al menos actúo como tal.
Pero, ¿se planteó alguna vez estudiar medicina?
No, para nada. En casa estaba claro que el que iba a ser médico era mi hermano y yo iba a ser actriz. Ser actor es un lujo porque puedes hacer muchas cosas.
Aunque no interpreta a una profesora ¿cómo era usted en el colegio?
Era una niña normal, ni demasiado buena estudiante ni mala. Sacaba notas medias, me portaba bastante bien, alegre, tranquila, no daba mucho problemas. No era líder, pero sí que me gustaba ser activa en cualquier proyecto.
Y hablando de asignaturas ¿cuáles se le daban mejor y peor?
Me gustan todas las relacionadas con las letras y me atranqué con las matemáticas desde el primer momento porque eran bastante duras para mí. Sin embargo, literatura, arte o lengua me encantaban, sobre todo esta última ha sido una de las asignaturas que más me han gustado siempre. Es más, también he estudiado Filología.
¿No le advirtieron entonces nunca sus padres con enviarla a un internado si se portaba mal?
Nunca jamás. Vivo cerca de un internado de adolescentes y me dan mucha penita. Esto es fácil decirlo cuando de momento no has tenido problemas con tus hijos, pero creo que lo más horrible para un niño problemático es estar separado de la gente que le quiere.
No descarto que un verano, si han suspendido muchas, que se queden a pringrar sin vacaciones, pero el internado continuo me parece mal, creo que un chico joven tiene que estar con su familia.
¿Cómo es usted como paciente?
Un poco asustadiza e hipocondríaca, pero gracias a Dios no he tenido una enfermedad grave y no he sido muy obsesiva. He sido buena paciente como embarazada cuando he tenido a mis niños porque no me he asustado mucho, pero la procesión va por dentro (risas).
¿Se dejaría tratar por Lucía?
Claro que sí porque tal como se la pinta es muy eficiente e intuitiva y está muy formada en todos los aspectos de la carrera. Vi el otro día todos los diplomas que tiene en el despacho y pensé “está chica ha hecho de todo”.