Por su interés reproducimos la entrevista de Lorena Gil a Lydia Lozano que publica El Correo Digital: Ha sido el centro de todos los programas rosa tras el escándalo surgido a raíz del caso Ilenia Carrisi, hija de Romina y Albano. Arrepentida de todo lo ocurrido, la periodista asegura que quiere dar carpetazo a «un error por el que se me ha crucificado» y desvela algunas de las arterias que envuelven el mundo del corazón: «No voy a hablar de Albano. Para mí, ese tema está muerto».
-¿Ha pasado página?
-Puede decirse que sí. Aunque todavía me cuesta reírme y ser un poco cañera.
-¿El mundo del corazón es un campo de batalla?
-Sobre todo entre los profesionales. A mí nunca me ha gustado hablar mal de un compañero pero, como hay falta de temas, cuando se coge uno se exprime hasta el final.
-Caiga quien caiga, y si no, mire los golpes que se llevan también los cámaras por parte de los famosos.
-Hay mucha falta de respeto. Antes no sucedía esto y eso que yo me he llevado ya un bolsazo. El que pega es el que luego vende la exclusiva en el plató.
-Lo que hay que sufrir para ser el primero
-Es una lucha continua por ver quién se hace con ella. Lo que no entiendo es cómo salen más revistas, cuando el mercado está saturado y se lo comen todo las televisiones.
-¿Qué es lo más complicado en este mundillo?
-Lo que no me gusta es el amiguismo. Hay que mantener el personaje detrás y no hacer como sucede ahora, que hay periodistas que parecen los portavoces de los algunos famosos. Mira lo que me pasó a mí por ser amiga de Ernesto Neira. Me tacharon de no defender a la persona que había sido maltratada. Y eso no era así.
-Uno de ellos, Kiko Matamoros.
-¿Uf! Mi educación no me permite hablar de los Matamoros.
-En las fiestas, ¿hay que mantener los cinco sentidos alerta?
-Hay que llegar el primero e irse el último. Cuando la cosa se va terminando, los famosos se relajan. Eso sí, no te puedes aprovechar de que uno lleve cinco copas encima y decir todo lo que te comente.
-Además, uno no sabe de quién fiarse.
-Yo ahora no me fío de nadie. Además, desde que me hicieron la cámara oculta soy carnaza. Siempre estoy pendiente, sin llegar a obsesionarme. El otro día me mandaron un mensaje para decirme dónde estaba Carmen Martínez Bordíu. Resulta que era una persona que había conocido en una fiesta a la que le caí bien. Entonces, es cuando te toca llamar a cuarenta sitios para confirmarlo.
«He oído barbaridades»
-Lo más fuerte que ha oído en un sarao es
-No se puede decir. Auténticas barbaridades. Aunque lo que se lleva es poner verde al de al lado, que si se ha acostado con tal y cual
-¿Dinero o fama?
-Dinero. La mayoría están tiesos. Gracias a Dios aún me impresiona lo que oigo, porque si no, me habría convertido en uno de ellos.
-¿Qué le parece que los platós estén llenos de tertulianos salidos de los 'realities'?
-En lugar de deprimirme, porque yo tengo una carrera, lo he asumido. Lo que me duele es que algunos por ser familiar o 'ex' de un famoso puedan cobrar más que yo.
-Kiko Hernández salió de 'Gran hermano'.
-Es diferente. Todos los días me pregunta si está bien decir esto o lo otro. Es como una esponja a la que le encanta aprender. Le adoro y, con todo lo que ha pasado, me ha demostrado ser un amigo.
-¿Hay categorías de famoso?
-Yo creo que por mucho 'glamour' que hayas tenido, si lo vendes, eres igual que los que están abajo.
-Cuando uno vende una exclusiva, ¿está expuesto a cualquier cosa?
-La pauta la marcan los famosos, no los periodistas. Tiene que ser cuando ellos quieren.
-¿Quedan intocables?
-Concha Velasco, Ángela Molina La más firme es Ana Belén y lo contrario, Sara Montiel.