Fue detenido días después de la final

Un mafioso napolitano coaccionó a su pueblo para votar a su hija en un talent show

Si algo enseñó Don Vito Corleone en El Padrino es que “la familia es lo más importante”. Una opinión que, a tenor de lo ocurrido, comparte el protagonista de esta noticia.

Un capo de la mafia napolitana ha sido detenido después de que coaccionara a los habitantes de su pueblo para que votaran a su hija y la ayudaran a ganar el talent show Ti lascio una canzone (Te dejo una canción) que emite la RAI, según informa The Telegraph.

El mafioso, escoltado por la policía (Fuente: In2EastAfrica.net)

Domenico Ferrara repartió 320 móviles en el pueblo de Villaricca para que votaran

El mafioso Domenico Ferrara repartió a los habitantes del pueblo de Villaricca (cerca de Nápoles) un total de 320 teléfonos móviles con los que estos debían votar a la joven hija del gángster. Junto a los aparatos, los ciudadanos recibieron unas minuciosas instrucciones sobre cómo debían utilizar los móviles y qué les podía ocurrir en caso de no seguirlas. El clan al que pertenece el criminal, los Ferrara-Cacciapuoti, llegaron a fundar un club de fans en el mismo ayuntamiento de la localidad.

Su hija quedó en segunda posición en “Ti lascio una canzone”

La iniciativa estuvo muy cerca de lograr el éxito: Giovanna Ferrara, de 13 años de edad, quedó segunda clasificada en el programa de televisión. El propio Domenico Ferrara acudió a la gala final de Ti lascio una canzone, donde se le pudo ver visiblemente emocionado.

La policía encontró todos los móviles en el trastero del domicilio del gángster

Tras el concurso, el delincuente recogió todos los teléfonos y los guardó en el desván de su casa, posiblemente con el objetivo de reutilizarlos en futuras actividades ilegales.

Unos pocos días después, la policía detuvo al capo y al registrar su domicilio, encontró todos los móviles. En un primer momento, pensaron que Ferrara estaba envuelto en una operación a gran escala de tráfico de drogas, y que tal cantidad de teléfonos tenían por objetivo evitar que las autoridades pudieran rastrear las conversaciones. Poco después descubrieron que, en realidad, todo era parte de una atípica campaña promocional para ganar un programa de televisión nacional.