Por Paula HergarPaula Hergar
En la nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', Malú se desplazaba hasta la casa sevillana de Bertín Osborne . El encuentro entre ambos cantantes descubrirá el lado más íntimo de la coach de 'La Voz': desde su infancia rodeada de artistas hasta la oportunidad de grabar su primer disco; su timidez, gran capacidad de trabajo, tesón y confianza.
El programa hizo el pintoresco y habitual resumen ilustrado de la pequeña María Lucía y su vida hasta el día de hoy:
Malú llegaba de una forma muy original a la finca de Bertín: subida a su caballo y alucinando con las plantas y árboles de la casa del cantante.
La infancia de Malú, que acabó a los 15 años
“Yo nací en Madrid, mi padre es de Algeciras y mi madre de Sevilla”, contaba Malú y Bertín recordaba que ambos “eran artistas” y que su padre, Pepe de Lucía, era el “hermano de Paco de Lucía”. La cantante recordaba que sus padres “se conocieron trabajando en Madrid en el tablao las brujas. Mi madre era cantaora y bailaora”.
“Yo era muy preguntona, tenía que entenderlo todo, y aún me pasa”, explicaba ella sobre su forma de ser.
“Los tres meses de verano los pasaba en Algeciras. Ya casi no puedo ir. Tengo todos los recuerdos allí, mi primer beso... los tres meses maravillosos de tu vida los pasaba allí. Pero se acabó a los 15 años”.
La sentencia de la madre de Malú a una profesora
Malú explicaba que era “muy mala” de pequeña y creía que ahora era mucho “más buena”. “En el cole era difícil que me gustara algo. Había un grupo de música y el profesor no me dejaba entrar porque decía que no tenía voz. Y fue al primero al que le llevé el disco”, recordaba.
También desvelaba que una profesora le dijo a su madre que nunca llegaría a nada, y la madre la sentenció: “Quizá no abra un libro en su vida, pero quizá un día hace algo y lo hace mejor que el resto”.
“Para mí lo normal en mi casa era que se tocara música”, decía y que veía pasar por ella a “Camaron, Vicente Amaya, Lola Flores....”
Decía que con quién sí se puso pesada fue con Alejandro Sanz, porque “alardeaba de que era mi primo”. También recordaba que su tío, Paco de Lucía, “era genial, increíble. Muy inseguro, la timidez era impresionante, hasta en casa”.
La timidez de Malú y lo “horroroso de subir al escenario”
La cantante confesaba su timidez a la hora de actuar: “Es horroroso, lo paso mal antes de subir al escenario. Siento presión y mucha adrenalina, pero vengo de una familia tan exigente que no soy capaz de disfrutarlo. Me sigo poniendo nerviosa”.
“Yo creo en algo y no sabría cómo definirlo. Cuando siento inseguridad tengo la necesidad de agarrarme a algo pero no he sido de ir a la iglesia”.
La primera oportunidad de grabar un disco
“No me dio tiempo a pensar si quería ser cantante, yo hacía lo que siempre hacía en mi casa”, le explicaba a Bertín. “En una fiesta me arranqué y canté y un productor le dijo a mi padre de grabar una maqueta. Y en una cinta estaba el aprendiz de Alejandro Sanz, la canté y en dos días estaba grabando”.
Eso ocurrió cuando Malú acababa de cumplir los 16 años y aseguraba que se moría de vergüenza cuando iba a los platós de televisión. “Pierdes la irresponsabilidad que tienes a esa edad. Creces mucho más rápido”, explicaba sobre empezar tan pronto su carrera.
“Los viajes largos los llevaba peor. Sientes un punto de soledad, sobre todo cuando eres más pequeño, pero a día de hoy, tengo un equipo que es mi familia”, confesaba.
“A partir de los 17 y 18, me empecé a sentir más segura y me empecé a hacer respetar en mi trabajo. Pero es complicado”.
El problema de salud más grave de Malú
Sobre el problema de salud más grave que tuvo, la cantante explicaba que le “reventó la vesícula de sopetón. Me ingresaron y no daban con lo que tenía. Creía que me apagaba”. Eso fue con 26 años, y tuvieron que suspender la gira.
“Creía que me iba a morir, lo tenía clarísimo”, aseguraba la coach.
“Algo me cambió. Supe que tenía que vivir un poco más. De llamar más a lo míos y dedicarles más tiempo”, decía ella.
El carácter de Malú y sus parejas
“Tienes cara de tener un carácter de los mil demonios”, le decía Bertín. “Pues sí”, reconocía ella, “yo me enfado con cosas que afectan a mi trabajo”.
“Soy bastante normalita, no soy enfadica” explicaba sobre su faceta en pareja, “soy muy de vive y deja vivir”. “He tenido alguna relación seria, pero la convivencia es muy difícil. Entendernos (a los artistas) es raro.
“Ahora estoy a gusto, he cumplido 34 años y me siento mucho más tranquila, con más control de mi misma”, respondía sobre si ahora era feliz.
“Yo vivo sola, con mis perros”, y Bertín se soprendía que no tuviera novio “con lo bien costeá que estás”, y ella le respondía que “pse”, en afirmativo a que si tenía novio.
El éxito y la locura de una fan
No echa de menos nada de lo que hacía antes porque “al final puedes hacerlo todo”.
Una vez estaba sola en el camerino y veo tras la cortina unos piececitos y era una fan que se puso a gritar al verme. Por norma general mi gente es bastante equilibrada.
Tras la charla, Malú y Bertín se fueron a montar a caballo por la finca del cantante: “Yo vivía para el caballo, pero cuando arranco con mi carrera lo dejé”, decía ella apesadumbrada.
La faceta de coach de 'La Voz' y el secreto de la felicidad
Después se ponían ambos a cocinar y ella le reñía por cortar mal los tomates. Mientras probaban la comida ella le confesaba que era “supersticiosa. Con el amarillo en el escenario es mortal. Evito pasar por debajo de una escalera. Pero los gatos negros me dan buen rollo”.
Sobre su faceta de coach en 'La Voz', la cantante decía que “en las audiciones se pasa fatal. Es difícil estar escuchando a artistas seguidos... pero al final me divierte y es muy satisfactorio”.
“Nos llevamos muy bien con los compañeros. Todo es buen rollo. Yo me lo pasé muy bien con Melendi en su momento y con Orozco me reí muchísimo”, explicaba. “Con Rosario nos meamos de risa”.
Todo lo que es de riesgo, tengo ganas de hacer todo eso, pero me da miedo hacerme daño“, decía ella.
“Soy feliz con el día a día. Me ha costado encontrar mi hueco, pero ya sí. Soy feliz cuando me junto con la familia. Lo bonito es encontrar los momentos de felicidad. Tengo la vida que quiero, la que sé tener, es un lugar difícil para estar, pero me compensa y me satisface”.
“A mi país le pediría empatía”, le respondía Malú a la pregunta de Bertín, a lo que él respondía: “Eso es lo que le falta a Rajoy y Pedro Sánchez”.