Mario Picazo ya tiene nuevo trabajo. Después de haber sido sustituido por Eva González en “Supervivientes”, el meteorólogo iniciará un nuevo programa en el que mostrará los lugares del planeta donde el clima es más extremo y cómo viven sus habitantes, como recoge el Magazine de El Mundo.
Mario Picazo relata que para llevar a cabo el proyecto, que comparte desde hace años con el realizador Oriol Gispert, se desplazará en primera persona a lugares con temperaturas extremas para experimentar por sí mismo cómo se vive en ellos. Este pasado mes de enero Picazo y Gispert emprendieron su primer viaje hacia el gélido corazón de Siberia.
Picazo señala que “siempre me ha llamado la atención la capacidad de adaptación del ser humano en los lugares donde el clima es extremo, quizá porque desde niño he sido un apasionado de la meteorología y de todo lo que la rodea”.
Comenzarán en el pueblo más frío del planeta
La base del formato se centra en el clima y en las condiciones de adaptación de las gentes que habita en estos lugares. De esta forma se huye de las comparaciones de “Desafío Extremo”, el programa que conduce en Cuatro Jesús Calleja.
El popular meteorólogo explica que “para comenzar, decidimos viajar al lugar habitado más frío del planeta: Oymyakon”. Es un pequeño pueblo que se encuentra en la República de Saja (Yakutia), en el extremo oriental de Rusia, y ostenta el récord de 71,2 grados bajo cero el 26 de enero de 1926. Según explica el propio Picazo, no se ha vuelto a repetir una marca tan extrema, aunque en sus inviernos -de nueve meses- la temperatura ronda entre los 50 y los 65 grados bajo cero.
“Una oportunidad única para mí”
Para Picazo, la grabación, que le obligará a abandonar puntual y temporalmente los platós de Telecinco, “suponía también una oportunidad única para mí: vivir esas durísimas sensaciones junto a los habitantes del lugar, sorprendentemente adaptados”.
Durante la entrevista, explica su primera aventura. Su primera parada les llevó hasta Yakutsk, la ciudad más fría del mundo y capital de la República de Saja. “Nada más salir del avión, me cuesta respirar y los pelillos del interior de la nariz se me congelan instantáneamente. A los pocos segundos, empiezo a notar que las cejas y las pestañas también se van helando. Me pregunto cómo puede un ser humano vivir durante meses a 40 ó 50 grados bajo cero y adaptar su forma de vida a un entorno tan frío, tan hostil y adverso”.
Yakutsk, como otras tantos pueblos de Siberia, fue construido sobre lo que llaman permafrost, una superficie helada presente los 12 meses del año y que durante verano se descongela en la parte superior. Así las cosas, los arquitectos se las ingenian para elevar las construcciones para evitar que se hundan durante los escasos meses de deshielo.
Según cuenta Picazo, al día siguiente, pusieron rumbo a Ust-Nera en un avión de hélices de los años 50. Una vez allí emprendieron el viaje hacia su destino: Oymyakon.
Relatos e imágenes extremos
El espectador tendrá ocasión de ver en este programa documental el modo de vida de los habitantes de estos lugares con climas tan extremos y la adaptación de Mario para poder soportar estas condiciones. Un formato que nos dejará en imágenes relatos como los que Mario adelanta a El Mundo.
“Muchas casas no tienen agua corriente. Una de las situaciones más duras de esta aventura es salir a la calle y caminar unos 30 metros a casi 50 grados bajo cero para ir al baño... que es un agujero en el suelo”. Por otro lado, la pesca en el río Indigirka abunda. Lo curioso es que tras sacar los peces del agua, “en apenas 15 minutos, el pescado se congela, y por tanto, queda libre de gérmenes”.