Casi medio millón de niños están viendo diariamente la televisión en torno a las doce de la noche, en un horario donde la programación de todas las cadenas se orienta hacia la población adulta, según puso hoy de manifiesto el director de TVE, Juan Menor, en su comparecencia a puerta cerrada ante la subcomisión del Congreso para el estudio del fenómeno de la violencia en el ámbito audiovisual. Según los datos aportados, la cifra de niños de entre 4 y 12 años que ven diariamente la televisión a las once de la noche es de 745.000 entre semana y de 800.000 los viernes. Se trata de un porcentaje notable teniendo en cuenta que en España están censados 3,5 millones de niños de esa franja de edad. Y 200.000 a la una de la madrugada Una hora más tarde, en la medianoche, la audiencia infantil se reduce a 366.000 entre semana y a casi medio millón los viernes y los sábados. Y a la una de la madrugada, según esos datos, todavía están sentados ante la televisión 133.000 niños de domingo a jueves, casi 200.000 los viernes y 230.000 los sábados. Juan Menor se lamentó de esa presencia tardía de los niños ante el televisor, frente al que las cadenas poco pueden hacer. “El tema de los niños es muy serio y haríamos bien en hacer un ejercicio de responsabilidad colectiva”, señaló ante los periodistas. Según explicó, TVE viene aplicando medidas de autocontención en unas “franjas de protección infantil”, donde no se incluyen contenidos inadecuados para la infancia ni espacios promocionales de programas para adultos. Ahora bien, admitió que a partir de las diez de la noche la situación es más complicada porque en horario de espectadores adultos es muy difícil ser riguroso y establecer mecanismos de protección al mismo tiempo que se compite por la audiencia.
Lo que sí confirmó es que TVE ya está ultimando un microespacio para invitar a los niños a irse a la cama, como el clásico “Vamos a la cama” que la “Familia Telerín” cantaba en los sesenta y principios de los setenta. La canción, interpretada por “Los Lunis” y realizada en el centro de TVE en Cataluña, se emitirá tanto por La Primera como en La 2, a las nueve de la noche, al considerar que el informativo tampoco es un programa para niños.
A su juicio, la televisión tiene una función socializadora pero “no siempre es positiva, sino que a veces puede resultar negativa, sea por dejación de funciones o por trasladar contenidos no formativos”. En ese contexto, Juan Menor declinó pronunciarse sobre si se necesita o no crear un Consejo Audiovisual, limitándose a señalar que cualquier mecanismos para establecer controles resultaría positivo. El peligro de la acumulación También se refirió a las tesis imperantes en relación con la violencia en la televisión. Por ejemplo, citó la teoría de la violencia como “aguja hipodérmica” que se inyecta en la sociedad de manera directa y automátiamente genera violencia, una visión que cree “desacreditada” por “simplista” y “anticuada”. Tampoco acepta la idea de quienes piensan que la audiencia controla y elige los contenidos, ni la de aquellos que incluso creen que consumir violencia puede ser como una catársis.
En su opinión, hay un “caldo de cultivo para la violencia” que no es cuestión de un día ni de relaciones causa-efecto, sino un “efecto acumulativo de actos de violencia”, a través de la televisión y también de video consolas, cine, etcétera, que llega incluso a provocar “la banalización de la violencia”.