Ya desde ahora la prensa estadunidense se muestra complacida de la cobertura que el ejército permitirá tener a los reporteros de las acciones militares durante la guerra del Golfo. Los chicos de CNN, CBS, ABC y The New York Times serán “incrustados” entre la infantería y los marines. Aún no se ha definido el grado de censura pero, a decir verdad, lo que el Pentágono llegue a cortar de los despachos de los reporteros no tendrá mayor importancia: un nuevo sistema de “aprobación de guiones” puesto en vigor por CNN -la inicua instrucción a los reporteros de que deben enviar todos sus textos a funcionarios anónimos de Atlanta para sujetarlos a una limpieza conveniente- sugiere que el Pentágono y el Departamento de Estado no tienen nada de qué preocuparse. Ni los israelíes.
De hecho, leer un nuevo documento de CNN titulado “Recordatorio de la política de aprobación de guiones” en verdad quita el aliento. “Todos los reporteros que preparen paquetes de guiones deben someterlos a aprobación”, señala. “Los paquetes no pueden pasarse a edición hasta que los guiones se aprueben. Todos los paquetes originados fuera de Washington, Los Angeles o Nueva York, inclusive los de corresponsalías en el extranjero, deben enviarse a la FILA en Atlanta para aprobación.” La fecha de este mensaje extraordinario es el 27 de enero. La “FILA” es la fila de editores de texto en Atlanta, facultados para exigir cambios que “equilibren” los informes de los reporteros. “Ningún guión podrá salir al aire si no lleva las marcas apropiadas de aprobación por un directivo autorizado y sin que se haya enviado copia a la oficina de textos... Cuando un guión se actualice debe ser aprobado nuevamente, de preferencia por la autoridad que dio la aprobación inicial.”
Nótense las palabras claves: “aprobado” y “autorizado”. El enviado o enviada de CNN en Kuwait o Bagdad -o Jerusalén o Ramallah- puede conocer el contexto de su nota, de hecho sabrá más de él que las “autoridades” en Atlanta, pero serán los jefes de CNN los que decidirán el giro que se dará a la información.
CNN, por supuesto, no está sola en esta forma paranoica de informar. Otras cadenas estadunidenses operan sistemas igualmente antiperiodísticos. Y no es culpa de los reporteros. Los equipos de CNN quizá abusan de las frases hechas y suelen ponerse uniformes militares -los veremos hacer esto en la guerra-, pero sí tratan de sacar a la luz parte de la verdad. Esta vez, sin embargo, tendrán aún menos oportunidad de hacerlo.
Para saber a dónde conduce este odioso sistema podemos recordar la discusión que tuvieron el año pasado el reportero de CNN en la población de Ramallah, en la franja occidental ocupada, y Eason Jordan, uno de los jefazos de la cadena en Atlanta.
La primera queja del periodista fue por una nota del reportero Michael Holmes referente a los choferes de ambulancias de la Media Luna Roja que repetidamente son tiroteados por soldados israelíes. “Arriesgamos la vida y salimos con los choferes de ambulancia... por un solo día. También hemos observado desde nuestras ventanas cómo los soldados israelíes disparan a las ambulancias... La nota fue aprobada por Mike Shoulder. Fue transmitida dos veces y luego Rick Davies (ejecutivo de CNN) la suprimió. La razón era que no teníamos una reacción del ejército israelí, aun cuando señalamos en la nota que Israel asegura que los palestinos esconden armas y fugitivos en las ambulancias.” Los israelíes negaron una entrevista sobre el tema a CNN: se limitaron a entregar una declaración escrita, la cual fue incorporada al guión. Pero una vez más fue rechazada por Davis en Atlanta. Sólo tres días después, cuando por fin el ejército israelí concedió una entrevista a CNN, se difundió la información, pero con el deshonesto agregado de una línea en la que se decía que las ambulancias fueron tiroteadas en “fuego cruzado” (es decir, los palestinos también disparaban a sus propias ambulancias).
La queja del reportero era obvia. “¿De cuándo acá sometemos una nota a los caprichos de los gobiernos y los ejércitos? Rick nos dijo que si no sacábamos a un israelí a cuadro no transmitiría el paquete. Esto significa que gobiernos y ejércitos están ejerciendo una censura indirecta y que estamos poniéndonos directamente en sus manos.”
La relevancia de estos hechos es clara en el contexto de la guerra del Golfo. Si alguna vez pasan al aire un reporte desde Irak, tendremos que ver también a un oficial estadunidense negando todo lo que los iraquíes digan. Veamos otra de las quejas presentadas por los corresponsales en Ramallah el año pasado. En un paquete relativo al daño causado en la ciudad por la incursión masiva israelí de abril, “ya habíamos mencionado al principio del guión que Israel sostiene que está realizando estas incursiones porque quiere desmantelar la infraestructura del terror. Sin embargo, obviamente no bastó con eso. La FILA (de Atlanta) nos obligó a repetir tres veces esa idea en una nota, para asegurar que en todo momento justificáramos las acciones israelíes...”
De entonces a la fecha ha empeorado el sistema de “aprobación de guiones” que tanto ha afectado la cobertura de CNN. En un mensaje posterior y aún más siniestro, fechado el 31 de enero pasado, se informa al personal de CNN que un nuevo sistema computarizado de aprobación de guiones permitirá a los “aprobadores autorizados de guiones marcar los textos (es decir, los reportes) en forma clara y estandarizada. Los PE (productores ejecutivos) de guiones oprimirán el botón de APROBADO, el cual cambiará de rojo (no aprobado) a verde (aprobado). Cuando alguien haga un cambio en un guión ya aprobado, el botón se pondrá amarillo”.
¿“Alguien”? ¿Quién es ese alguien? Nadie se lo ha dicho a los reporteros de CNN. Pero cuando recuerdo que CNN reveló que después de la guerra del Golfo de 1991 permitió que “aprendices” del ejército entraran a su redacción en Atlanta, tengo mis sospechas.
* Artículo publicado en el diario mexicano La Jornada. Robert Fisk es un periodista irlandés especialista en Medio Oriente, corresponsal del diario The Independent. Traducción: Jorge Anaya