La industria de telenovelas peruanas aún no se ha consolidado en el mercado como lo han hecho sus competidoras de Brasil, Méjico y Colombia. Expertos televisivos comentaron a la agencia mejicana de noticias Notimex que, pese a los esfuerzos de los productores y realizadores peruanos, a sus culebrones les falta mucho para afianzar a Perú como un país exportador de historias.
A su vez indicaron que en este país los sueldos de los actores nacionales son muy bajos respecto a los extranjeros, y que hay desinterés empresarial que se refleja en los bajos presupuestos. También se estimó que un actor foráneo que protagoniza una novela peruana cobra más de 30 mil dólares mensuales, además de gozar de un lujoso apartamento y un coche de último modelo, mientras que un peruano cobra cinco mil dólares por el mismo papel.
La realizadora de telenovelas líder en Perú es América Producciones, que lleva cuatro años en el mercado y ha sacado adelante siete proyectos con bastante éxito. Entre ellos están Pobre Diabla, Isabella, María Emilia, Milagros, Cosas del amor y Luz María, protagonizados por la mejicana Ana Colchero, la colombiana Angie Cepeda y la venezolana Sonya Smith. Lo que demuestra que para captar el interés del público las productoras eligen a los extranjeros.
Amoldándose a los tiempos
Tras el “boom” de las radionovelas en los años sesenta la industria de los culebrones peruanos ha sufrido grandes cambios. En la nueva etapa a principios de los noventa, que fue impuesta por Iguana Producciones, se apostó por actores muy atractivos y telegénicos que a veces no tenían una buen calidad artística. Con esta premisa se creó Malicia, La noche, María Rosa, entre otras, que fueron vendidas a Estados Unidos, Chile, Venezuela, Ecuador, Colombia y Argentina.
Hoy en día, América Producciones es la que exporta más telenovelas y la que contrata a actores foráneos más populares. Según Maritza Espinoza, uno de los expertos televisivos, sus proyectos superan los cinco mil dólares por capítulo y, sin embargo, ofrecen siempre los mismo argumentos, que recuerdan a los de los años cincuenta.
Otra conocedora de este mercado, Magali Medina, opina de esta productora que atrae a los telespectadores de clase baja porque son los que más necesitan evadir su realidad. De Iguana Producciones apuntó que tiene éxito debido a la temática evasiva que utiliza en sus telenovelas, que siempre tocan de forma superficial los problemas juveniles y de la clase alta.