De forma controlada

La Policía detona dos artefactos colocados en las antenas de TV de Vigo

La Policía ha desactivado este lunes dos artefactos explosivos que se encontraban colocados en el monte Sampaio, situado a las afueras de la ciudad de Vigo, en una zona cercana al monte de A Madroa.

Según han informado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, el grupo Resistencia Galega ha reivindicado la colocación de dichos artefactos y ha alertado de su existencia mediante el envío de correos electrónicos a diversos medios de comunicación y a la Policía Local de Vigo.

Según el aviso del grupo independentista, que se produjo a última hora de la tarde, los artefactos estaban situados al lado de unas antenas de emisión de radio y televisión ubicadas en lo alto del monte.

Una vez conocida la amenaza, la Policía Local de Vigo alertó a la Policía Nacional y a los Bomberos de la ciudad, que acudieron ante la posibilidad de que se pudiera originar un incendio debido a una explosión en zona arbolada. Todos ellos se desplazaron al lugar para comprobar la veracidad de la amenaza y acordonaron la zona.

La Policía cree que podría haber un tercer artefacto en la zona

Miembros de los Tedax se encargaron de las labores de desactivación de los artefactos y lograron controlar el peligro en pocas horas. A última hora de la noche se mantenía la restricción de acceso a la zona, ya que la Policía continuaba efectuando la inspección ocular del lugar.

Además, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, la Policía investiga la existencia de un tercer artefacto, puesto que en las proximidades del lugar donde fueron hallados los dos desactivados, los agentes desplazados a la zona apreciaron lo que podrían ser restos de una explosión previa. Por el momento no han trascendido ni la potencia de los artefactos ni el material explosivo que podrían contener.

La última acción conocida de Resistencia Galega ocurrió el pasado 8 de junio, cuando un artefacto explosivo “de poca potencia” estalló de madrugada junto a la sede del PP de Ribadumia (Pontevedra), lo que causó daños materiales, pero no hubo personas afectadas. En esa ocasión, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, vinculó directamente la acción, perpetrada con un artefacto casero compuesto por tres bombonas pequeñas de camping gas y dos cartuchos de pirotecnia de 25 gramos, con este grupo independentista.

Previamente, el 7 de mayo de este año, se halló junto a la sede del PP en la localidad pontevedresa de Meis un artefacto explosivo con temporizador que no había llegado a explotar a la hora programada, de forma que pudo ser desactivado por técnicos de la Guardia Civil, sin que se produjesen daños personales ni materiales. El artefacto, una olla que con entre dos o tres kilos de explosivos que estaba programado para las tres de la madrugada, también fue vinculado con el independentismo radical.

Artefactos en sedes de partidos políticos y sindicatos, oficinas bancarias...

Desde que en 2005 empezaron a autodenominarse Resistencia Galega, en Galicia se han registrado explosiones de artefactos en sedes de partidos políticos y sindicatos, oficinas bancarias, maquinaria de obras públicas, urbanizaciones en construcción e intereses inmobiliarios, sin que hubiese que lamentar víctimas, pero sí hubo daños materiales.

En más, la Oficina Europea de Policía (Europol), que incluyó a Resistencia Galega en su informe de 2011 sobre 'La situación del terrorismo en la Unión Europea', vinculó “con certeza” a este movimiento independentista radical con cuatro ataques en la Comunidad gallega durante el año pasado.

Así, este informe relata que el movimiento independentista gallego llevó a cabo el año pasado un total de 12 ataques en Galicia, cuatro de los cuales atribuye a Resistencia Galega, mientras que los ocho restantes aclara que fueron perpetrados “por personas o pequeños grupos ideológicamente implicados en la llamada lucha radical a favor de la independencia”.

Entre finales de noviembre y diciembre del año pasado, un total de seis miembros del independentismo radical fueron arrestados entre Vigo, Santiago de Compostela y Lugo y, después de varios registros en domicilios, las autoridades policiales se incautaron de artefactos explosivos de fabricación casera. La hipótesis barajada es que Resistencia Galega había planeado ataques coordinados para ser perpetrados en el aniversario de la aprobación de la Constitución Española.

Previamente a estas detenciones, la última acción vinculada al terrorismo independentista había ocurrido el 9 de noviembre, cuando se registró un conato de atentado contra la sede del PSOE en Negreira (A Coruña), pero el artefacto explosivo se desvió. Anteriormente, el 10 de octubre fue encontrado un artefacto explosivo en un cajero de Novacaixagalicia del barrio vigués de Bouzas, que fue detonado por artificieros.

Asimismo, el 26 de septiembre colocaron un artefacto de fabricación casera en la casa natal de Manuel Fraga, en Vilalba (Lugo). La explosión provocó algunos daños materiales como la rotura de la puerta de entrada del inmueble, que alberga la Fundación Manuel Fraga, y de cristales de algunas viviendas adyacentes, pero no hubo que lamentar heridos. Este artefacto estaba compuesto de dos bombonas de cámping gas y pólvora negra y su autoría fue atribuida al independentismo radical.

Previamente, a mediados del mes de junio del año pasado se había registrado otro de estos atentados a pequeña escala en la sede del PP de Ordes (A Coruña) y también fue vinculado con el entorno del independentismo radical.

En marzo del año pasado, un dirigente comarcal de Vigo de la Central Unitaria de Traballadores (CUT) y un afiliado de este sindicato, ambos trabajadores del sector de la construcción naval, fueron detenidos por su supuesta relación con los atentados con artefactos incendiarios contra las agrupaciones socialistas de diversas localidades, así como del PP y de otros sindicatos.

En enero de 2011 había sido atacada con dos artefactos incendiarios la sede del PSdeG de Betanzos (A Coruña) y, ya en diciembre de 2010, un artefacto provocó daños materiales en la sede del PSdeG de Cacheiras, en el municipio coruñés de Teo, pero previamente también habían sido atacadas dependencias de este partido en A Estrada, en Salceda y en Salvaterra do Miño (Pontevedra).

El PP también sufrió otros ataques a sus sedes, como los registrados en abril de 2010 con cóctel molotov en las oficinas de Nigrán y de Gondomar (Pontevedra).

También se produjeron otras acciones violentas en este caso contra entidades financieras, como por ejemplo la colocación de un artefacto explosivo en otro cajero de Novacaixagalicia de Vigo, en febrero de 2011, que no llegó a explotar.

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