A continuación, reproducimos por su interés un artículo publicado hoy en el diario económico Cinco Días: Avánzit se encuentra en estos momentos sin presidente, suspendida de cotización, con la ampliación de capital que tiene que garantizar su supervivencia paralizada y con su hasta ayer máximo ejecutivo acusado de apropiarse de 1,58 millones de euros. Juan Pérez Aparicio compareció el miércoles ante los analistas y les prometió que estaban asistiendo a la 'refundación' de Avánzit y al fin de los problemas de la maltrecha sociedad. Menos de 24 horas después presentaba su dimisión, ante el inicio de una crisis sin precedentes en la compañía y eso que ha pasado ya por unas cuantas. ¿Qué sucedió en ese tiempo? Luis Juega, secretario del consejo de Avánzit desde julio de 2003 y hasta el mismo miércoles por la noche cuando fue destituido con el voto en contra de Caja Segovia, es el origen de la situación. La relación profesional entre el abogado y Aparicio había sido muy estrecha hasta este momento. Incluso antes de ser nombrado, Juega llevó el peso y la responsabilidad jurídica de la estrategia que llevó a Aparicio y su equipo a la presidencia de Avánzit, en verano del año pasado, en un duro enfrentamiento con los anteriores gestores. Pero los lazos entre Juega y Aparicio han debido romperse y lo han hecho en muy pocas fechas. El miércoles, poco antes de su destitución, el abogado envió a la CNMV un escrito en el que 'se manifiesta que durante el primer semestre del ejercicio 2002, 1,58 millones de euros fueron transferidos desde las cuentas bancarias de Avánzit Tecnología, sociedad participada al 100% por Avánzit, a Juan Pérez Aparicio y a una sociedad patrimonial por él controlada, cuando era presidente de dicha filial'. Por supuesto, la transferencia 'podría', según esta información, 'no haber tenido un adecuado reflejo contable'. Tal y como dice el escrito, la presunta transmisión ilícita de fondos se produjo cuando Rafael Martín Sanz era presidente de Avánzit y Aparicio había reducido sus funciones ejecutivas a la filial de tecnología. Justo en esas fechas, Aparicio manifestó públicamente sus diferencias con Martín Sanz al presentar en junta una acción social de responsabilidad contra el presidente. La iniciativa fracasó -en ese caso y, a diferencia de lo sucedido un año después, no recibió el apoyo de Acciona- y Aparicio fue expulsado de la empresa. Fuentes cercanas a la situación aseguran que el consejo no fue informado del descubrimiento de Juega antes de su comunicación a la CNMV. Hasta ayer por la mañana, el órgano estaba formado por Cuens, un consejero muy ligado a Aparicio; Caja Segovia y el ya ex presidente. Otros medios, sin embargo, lo desmienten y dicen que el consejo fue el primero en conocer la información. Según la compañía, la dimisión de Aparicio no ha sido un reconocimiento de responsabilidad, sino un intento de apartarse y no perjudicar a Avánzit mientras se investiga y se esclarece la verdad. Aún así, el consejero que ha entrado en su sustitución es José Luis Achaerandio, director financiero y persona muy ligada a Aparicio. Ahora, lo prioritario es que Avánzit nombre presidente, porque es requisito imprescindible para que la CNMV levante la suspensión. La comisión, sin embargo, no es la última instancia en la investigación, ya que las acusaciones apuntan a delitos penales que tendrán que dirimir los tribunales. El papel de Acciona Juan Pérez Aparicio no sería presidente de Avánzit si no fuera por las veces que Acciona ha votado a su favor en las juntas. Sin embargo, siempre ha intentado mantenerse públicamente al margen y asegura que nada sabe de la gestión. Ayer lo repitió, pidió que se depuraran responsabilidades y, según Invertia, adelantó que congela su aportación en la ampliación de capital hasta que se resuelva el tema. Y la ampliación es lo más importante en Avánzit ahora. La CNMV la ha paralizado y los fondos eran vitales para la supervivencia. La información se descubrió hace menos de una semana La duda que queda después de las noticias divulgadas ayer es por qué ahora se conoce la información. La respuesta, según fuentes cercanas a la situación, es que la documentación con los datos pormenorizados de la presunta apropiación indebida llegó a manos de Luis Juega el pasado día 9, es decir, menos de una semana antes de ser remitida a la CNMV. Según estas fuentes, Juega estudió primero el contenido de esta información e intento verificarla. El lunes día 13, el ex secretario de Avánzit reunió a los consejeros -Aparicio, Cuens y el representante de Caja Segovia- para poner los datos en su conocimiento. Hubo varias reuniones ese día y en ninguna de ellas se negó el pago. Sí hubo comentarios sobre un posible préstamo o un bonus, pero ambos deberían haber tenido reflejo en la contabilidad interna de la firma y también, sobre todo en el caso del préstamo, en documentos públicos. El martes transcurrió sin noticias y el miércoles, ante el temor de que se estuvieran fabricando los documentos para explicar la transferencia, Juega decidió, siempre según las mismas fuentes, que era necesario hacerlo público y se dirigió a la CNMV.
Según la documentación, Aparicio autorizó y transfirió a sus cuentas, sin conocimiento de Martín Sanz, dos pagos, uno en enero de 2002 y otro en junio. Estos abonos se dividieron en varias transferencias de pequeña cuantía para hacerlas indetectables. Queda por conocer las explicaciones que da Aparicio y también el porqué de la destitución de la persona que ha denunciado los hechos.