El presidente de turno de RTVE, Josep Manuel Silva, ha afirmado que, quizás en tiempos de recortes, “no tiene sentido renovar contratos millonarios para emitir fútbol en abierto” y ha opinado que, si bien la televisión pública no debe renunciar a emitir películas extranjeras, debería hacerlo con “precios competitivos y ajustados” a los actuales momentos.
En una entrada de su blog titulada La televisión en la que creo, publicada el pasado 3 de febrero, Silva repasa las implicaciones que tiene para RTVE el recorte de 200 millones de euros dictado por el Gobierno a su presupuesto y expresa su opinión personal sobre los pasos que debería dar la televisión pública para ajustarse a ese recorte.
Así, sobre los partidos de fútbol, el presidente de turno de RTVE opina que cuando había publicidad se “podía justificar” realizar “contratos millonarios”, pero señala que, aunque los contratos que están en vigor “se mantendrán”, “quizás en tiempos de recortes” no tiene sentido renovarlos.
“La gente está acostumbrada a pagar por ver el fútbol”
“La gente está acostumbrada a pagar por ver el fútbol o ir al bar de la esquina y beber unas cervezas mientras ve el partido con los amigos. Lo que no tiene sentido es que se recorte en sanidad y en educación y en cambio la televisión pública quede al margen”, señala en su blog Silva, quien también aboga porque la televisión pública debe emitir “otros deportes no tan mayoritarios” que no interesan comercialmente a las cadenas privadas.
Seguirán comprando películas y series, pero con precios ajustados y producción propia
En cuanto a las películas, señala que la televisión pública “tiene que entretener y emitir buenas películas sin interrupciones”. “Y una parte del entretenimiento, especialmente la ficción, hay que buscarla en el mercado, en las productoras externas, pero con precios competitivos y ajustados a los momentos en que vivimos”, añade.
Además, señala que otra parte de esos contenidos de entretenimiento “se puede hacer con producción propia, con gente de plantilla”. “No hay que hacer grandes fichajes de estrellas de fuera, hay que buscar y formar el talento dentro de la empresa”, señala Silva, que pone como ejemplo la manera en que +Gente, programa producido por RTVE, has sustituido a España Directo, que producía Mediapro.
Mantener programas como “Informe semanal” aunque sus audiencias no sean millonarias
En general el presidente de RTVE apuesta por “una televisión de calidad, que priorice los contenidos por encima de las audiencias”. “Esto no quiere decir renunciar al liderazgo, pero tampoco obsesionarse cada mañana con los datos de Kantar -empresa encargada de medir la audiencia televisiva- a ver si hemos ganado en una décima a la competencia”, apunta en el blog.
Por ello, Silva señala que “hay que cambiar el chip” y que por ejemplo, programas como Informe Semanal o debates como 59 segundos los emita la televisión pública “aunque sus audiencias no sean millonarias ni se sitúen entre los 10 programas más vistos del día”. Igualmente, apuesta por “unos servicios informativos de calidad, neutrales”, con corresponsales allí donde sea necesario y con “recursos suficientes para garantizar que el espectador tendrá la mejor información lo antes posible”.
La cadena pública no debe olvidar por la programación infantil
Asimismo, Silva recuerda que la televisión pública debe emitir programación infantil y respetar los horarios de protección y los códigos de autorregulación, así como servir para “dar la voz a quienes no la tienen”, emitir las series y películas en versión dual y subtituladas para sordos.
“Todo esto se puede hacer de manera gradual con la reducción de la subvención estatal”
Por otro lado, apuesta por un modelo de televisión estatal que respete la pluralidad cultural del Estado, que tenga centros territoriales, que emita también en las lenguas cooficiales, que muestre la diversidad cultural del país al resto de comunidades y que “no sea centralista ni uniformizadora”.
Para el presidente de turno de RTVE, “todo esto se puede hacer de manera gradual con una reducción importante de la subvención que la televisión pública recibe del Estado, totalmente lógica en tiempos de crisis”, pero advierte de que “no se puede hacer en un mes, ni en dos, ni mucho menos de un día para otro creando una alarma social innecesaria”.
Silva pide “tiempo para poder en marcha otra TV sin cambiar el modelo”
Por este motivo, Silva pide “tiempo, y margen para poner en marcha otra televisión sin cambiar el modelo”. Silva forma parte de la comisión designada por el Consejo de Administración entre sus miembros que está negociando con el Gobierno para tratar de reducir o suavizar de alguna forma el recorte de 200 millones de euros, que dejaría el presupuesto de RTVE para este año en 1.000 millones de euros frente a los 1.200 millones de euros del año pasado.
En la primera reunión que mantuvo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con el Consejo de Administración de RTVE en enero se mostró reacia a la pretensión de fraccionar el recorte de 200 millones de euros previsto para los presupuestos de la corporación en dos años, de modo que este primer año la rebaja de lo que el Estado aporta a la corporación vía presupuestos sea menor, aunque se comprometió a estudiar una posible deducción del IVA u otras posibles medidas para suavizar ese recorte.
Antes de la entrada en vigor de la Ley de Financiación de RTVE, que sustituyó la publicidad en la cadena pública por unas tasas que están obligadas a pagar las cadenas de televisión y las compañías de telecomunicaciones, la corporación podía deducirse el IVA repercutido. Sin embargo, con el nuevo modelo, RTVE dejó de poder repercutir el IVA, lo que supuso un gasto adicional a la corporación de cerca de 115 millones de euros.
Este miércoles el Consejo de Administración de RTVE aprobó un paquete de medidas de ahorro que incluye la reducción del 10 por ciento del número de directivos de la corporación y un plan de bajadas de sueldos proporcional a los salarios, que afectaría tanto a la cúpula directiva como a los presentadores más famosos de la pública, según han informado a Europa Press fuentes del consejo. En total, con todas estas medidas, entre las que se contempla también la supresión de los coches oficiales, se pretende ahorrar como mínimo 3,15 millones de euros.