El Consejo de Administración de la cadena estatal de televisión RAI ha suspendido la emisión de una serie de humor, protagonizada por una de las artistas de ese género más conocidas del país, por sus contenidos críticos y por las polémicas ocasionadas en el primer programa, según informa la agencia Efe. Raiot empezó sus emisiones el pasado domingo en RAI-3, dirigido por Sabina Guzzanti, una joven actriz cómica que ha desarrollado una notable carrera a través de la sátira política, un género popular en la televisión italiana. Guzzanti ya era conocida previamente por sus imitaciones cáusticas del primer ministro, Silvio Berlusconi, aunque también ha dedicado sus comentarios hirientes a dirigentes de la oposición o a periodistas.
La primera entrega de Raiot, con el subtítulo de “Armas de distracción de masa”, ya estuvo precedida de la polémica, puesto que el mismo domingo el director de RAI-3 amenazó con no permitir su emisión, aunque al final la autorizó. Al margen de las imitaciones que la actriz hace de Berlusconi y de otros personajes de la política italiana, siempre con intención de ridiculizarlos, la cadena privada Mediaset ha puesto una querella contra Guzzanti, descontenta por algunos comentarios que ella hizo durante el programa, que también generó un malestar en la comunidad hebrea. Durante uno de sus monólogos la actriz hizo un discurso que pretendía ser una crítica al antisemitismo, pero en el que incluyó el término “raza” para definir a los hebreos, un elemento que alteró la sensibilidad de esa comunidad por sus antecedentes históricos vinculados al exterminio y a la segregación.
Guzzanti ya ha aclarado la cuestión e incluso ha aceptado una invitación de los hebreos de Milán para participar en un debate con ellos, pero el hecho no ha parado la polémica y hoy el Consejo de Administración de la RAI decidió por unanimidad la suspensión del programa, aunque con el matiz de que es una medida provisional.
El contrato es por seis programas, por lo que los cinco restantes están en el aire, aunque el Consejo ha autorizado la grabación de todos ellos, con la precisión de que serán visionados previamente para “evaluar y evitar las posibles consecuencias legales tanto en el plano civil como en el penal”, según la nota tras la reunión.
La presidenta de la cadena pública, Lucia Annunziata, justificó la decisión del Consejo en que “es necesario tutelar la empresa”, al tiempo que expresó su confianza en el director del tercer canal de la RAI y en los guionistas del programa.
“Ahora corresponde a Sabina Guzzanti y a sus colaboradores seguir serenamente y con profesionalidad la realización del programa”, dijo Annunziata.
La polémica no terminará aquí, porque las asociaciones de consumidores han apoyado la emisión del programa y han amenazado con pedir a los dirigentes de la RAI una indemnización si lo cancelan, debido a que no recuperarían a través de la publicidad los fuertes gastos ya originados, en especial porque la primera entrega mejoró los índices de audiencia medios del tercer canal.